Falta menos de dos semanas para dar inicio a las celebraciones de fin de año y los escaparates de las vitrinas lentamente se van repletando de adornos navideños y ornamentaciones que nos recuerdan que pronto llegará la consumación de este ajetreado 2019.
En estas últimas semanas, generalmente hay una gran acumulación de estrés, que se ve acentuado por la crisis social laboral y comercial. Agregándose a ello, los balances, proyectos, festividades, encuentros, licenciaturas, compra de obsequios navideños y un sin fin de compromisos.
Entre tanta agitación, el cuerpo nos envía señales de advertencia, las que, si no son escuchadas, nos pueden causar algún sobresalto.
La alteración emocional denominada síndrome de fin de año, es la encargada de colocar en broche de oro, si es que no se está atento a las señales fisiológicas que envía su cuerpo.
Cansancio, irritabilidad, insomnio, angustia, desordenes alimenticios son algunos de los síntomas a los que debemos estar alerta. Asimismo, podemos padecer de taquicardia, falta de energía, mala memoria, cuello o mandíbula rígidos, baja concentración y dolor de cabeza por esmerarnos en cumplir con las tareas e interminables obligaciones impuestas para las últimas semanas del año.
Por eso es muy importante poder planificar correctamente las actividades, tanto en el ámbito laboral, como familiar. Detenerse y deslumbrar todos los posibles escenarios que ocurrirán de aquí hasta cuando termine el año. Esta es una manera de predecir y poder decidir que actividades priorizaremos y cuales dejaremos de lado, para así poder alcanzar las metas y no vernos enfrascados en este cuadro patológico de estrés.
Para ello se hace necesario el apoyo de los seres queridos, que habitualmente son los primeros en darse cuenta de alguna situación anómala y que se caracteriza por la modificación de la rutina diaria, familiar y laboral.
Reiteramos que cuando se advierte que algún cuadro de estrés está interfiriendo en la relación con personas se hace necesario buscar apoyo profesional. Esto nos ayudará a enfrentar de mejor forma la situación, para poder disfrutar de las últimas semanas del año y no padecer algunas de las sintomatologías expuestas.
"Entre tanta agitación, el cuerpo nos envía señales de advertencia".
Dr. Jorge Font, MBA Diplomado en Adicciones U.C."