2020-2022: decisivo período político y electoral
El año 2019 será recordado por siempre en la memoria del pueblo chileno, que gracias a sus impresionantes movimientos de protestas a lo largo del territorio nacional, impulsó al gobierno y al Congreso a asumir la gran tarea de ir terminando progresivamente con las inequidades sociales existentes.
Fue un lento proceso que detonó el 18 de octubre. Y logró reactivar exitosamente la iniciativa de una Nueva Constitución Política. En el período 2020-2022 habrá una notable actividad política y electoral: en 2020 se recordarán los 30 años de la restauración del régimen democrático después de una prolongada dictadura militar; el inicio del Proceso Constituyente; elecciones de alcaldes, concejales, gobernadores regionales y delegados constituyentes; en 2021 la elección del Presidente de la República (2022-2026) parlamentarios y consejeros regionales.
Dentro de ese intenso escenario electoral los partidos políticos recogerán la cosecha que han sembrado en el último tiempo. Los ciudadanos expresarán en las urnas su soberana decisión. Así, se despejará la gran incógnita de su poder auténtico en la política nacional.
¿Quiénes serán los grandes vencedores y perdedores?
El 26 de abril de 2020 se efectuará el Plebiscito por el cual la ciudadanía votará sí desea o no una Nueva Constitución Política de Chile. En el primer caso expresará su preferencia para que esta sea redactada por una Convención Mixta Constitucional o una Convención Constitucional. Se señala que podría haber una mayoritaria votación por una Nueva Carta Fundamental y que sea elaborada por la segunda Convención citada anteriormente. Abogados constitucionalistas prestarán valiosos servicios.
Esta Nueva Carta Magna reemplazará a la de 1980, declarada ilegítima por su origen dictatorial, a pesar de que se le hicieron varias reformas durante el actual régimen democrático.
Hay un gran entusiasmo ciudadano por acudir a las urnas y también participar como delegado constituyente en su elaboración. Será una labor ardua y dificultosa. Las diversas proposiciones estarán sujetas a acuciosos estudios, encendidos debates para su debida aprobación. El diálogo constructivo y la armonía permitirán avanzar para sacar una Constitución que satisfaga las justas aspiraciones ciudadanas y que signifique cambios significativos en el actual Modelo, afirmando el desarrollo sustentable para el crecimiento económico y progreso integral.
La Carta Magna debe tener un preámbulo.
Mario Zolezzi V.