Lorena Méndez Jara

Desesperados están los pobladores de Matilla debido a que una plaga de jerjeles les ha impedido realizar sus rutinas de manera habitual, ya que si lo hacen se exponen a ser picados por este mosquito.

Sobre esta situación, la matillana Mónica Maldonado comentó que era normal encontrar estos mosquitos alrededor de quebrada que pasa por Matilla, pero ahora están llegando a sus viviendas y a la plaza del pueblo.

"Es imposible estar sentada un rato en la plaza porque a los 5 minutos ya estás lleno de picaduras en las manos, las piernas y no solo ahí, esto ya avanzó a las casas, al punto que no puedes ni salir a colgar la ropa porque en 5 minutos ya quedas enronchada. Estamos desesperados, es horrible lo que estamos viviendo", dijo la pobladora.

Por su parte, el presidente de la junta de vecinos N°1, Cristian Pasten, comentó que esta problemática comenzó en enero del 2019 con la primera bajada de agua tras las lluvias estivales.

"Cuando bajó el agua se llevó los drenes de Aguas del Altiplano y quedaron inutilizables, entonces se les dijo si era posible que solucionaran el problema porque iban a empezar a salir los bichos y en una reunión que tuvimos en mayo se comprometieron a mediados de julio a solucionar el problema, pero no fue efectivo eso", manifestó el dirigente.

Sobre este tema, el seremi de Salud, Manuel Fernández, comentó que a fines del 2019 enviaron a un equipo de zoonosis al pueblo de Matilla, con la finalidad de revisar las condiciones sanitarias en ese lugar, instancia en la que reportaron que había una presencia aumentada de los jerjeles.

Sin embargo, Fernández explicó que es normal notar la presencia de estos insectos en la Quebrada de Quisma: "No es que sea atípico. La problemática al parecer es que la población que existe de esta mosca es mayor que la de otros años y eso obviamente ha estado alterando la calidad de vida de las personas".

Agregó que en esa ocasión se comprometieron a trabajar junto con el gobernador del Tamarugal y el alcalde de Pica para evaluar cuál serán los mecanismos de operación, cuya reunión está programada para hoy.

"Existe una experiencia muy similar en el Valle de Lluta, Arica, donde la agricultura a través del Instituto de Innovación Agropecuaria presentó un diagnóstico y un proyecto de intervención que han estado trabajado en este tema en los últimos tres años y lograron bajar en casi un 90% la población del mosquito. Es por eso que le dijimos a la comunidad que íbamos a revisarlo junto a los actores que deben ser convocados para resolver esta problemática", añadió Fernández.

En tanto, desde Aguas del Altiplano indicaron que entre las gestiones de mejoramiento continuo de su infraestructura está el reemplazo de los drenes (estructuras centenarias de captación de agua) mediante el desarrollo de un nuevo sondaje, la habilitación de un nuevo estanque y el refuerzo de la conducción en el sector de Chintaguay. "Lo que permite el suministro constante hacia nuestros clientes", aseguraron.

Respecto a la plaga de mosquitos en el sector de Matilla, la sanitaria descartó responsabilidad directa en dicho caso, debido a que se trata de un manejo agrícola que escapa a las competencias de Aguas del Altiplano, producto de la acumulación de agua en piscinas naturales que no pertenecen a la empresa.