Mauricio Torres Paredes
Fue un lugareño que recolectaba leña en la pampa quien dio con el hallazgo del cuerpo sin vida de Michelle Jara Jofré, joven de 21 años quien era buscada por su familia desde el 6 de enero, cuando desapareció tras salir de su domicilio en Iquique.
El hallazgo ocurrió a eso de las cinco de la tarde del viernes al interior de un tramo que une La Tirana con La Huayca en la comuna de Pozo Almonte, conocido como La Aguada, luego que la persona diera aviso a Carabineros de la existencia de un bulto. Según comentó el fiscal jefe del Tamarugal, Hardy Torres, la confirmación de la identidad fue entregada por el Servicio Médico Legal gracias a una de las huellas dactilares.
"Todas las líneas investigativas están abiertas. No podemos confirmar la participación de terceras personas o un eventual suicidio, toda vez que hay elementos en el sitio del suceso que podrían servir para ambas hipótesis. Mientras no terminen las pericias que están desarrollando Labocar y el OS9 de Carabineros, no podemos confirmar tal situación", informó el persecutor.
Sobre qué pasó desde que salió de su domicilio en Orella con Luis Cruz Martínez en Iquique, Torres comentó que "solo sabemos que ella iba a viajar a Pica con unas amigas y que en esas circunstancias se habría perdido su rastro. No tenemos por ahora un medio de prueba que explique cómo llegó al lugar donde la encontraron".
Agregó que las indagatorias consideran la verificación de cámaras de seguridad, las que ya habían sido revisadas en la investigación por presunta desgracia que lideraba la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones tras la denuncia inicial que realizó la familia.
Torres espera reunirse este lunes con el fiscal Pablo Medina, quien encabezaba la investigación de la desaparición en Iquique, para revisar las pruebas.
Intensa búsqueda
El abuelo de la víctima, Germán Jofré, contó que la familia recorrió varios sitios buscándola. Fueron al cerro Esmeralda, a poblaciones de Iquique, los piques de Huantajaya, las tomas de Alto Hospicio, y el borde costero, desde la ex Ballenera hasta Chanavayita. Incluso llegaron hasta Pica, donde supuestamente iba a viajar su nieta, pero sin dar con ella.
"Tenía dos cédulas de identidad, una vieja y una nueva, y una cadena que mi hija (la madre de la víctima) reconoció que era de ella. Yo todavía no asimilo que sea mi nieta, me cuesta creerlo. Por lo menos estoy tranquilo, porque ella apareció. Ya la tengo conmigo y sé dónde está", expresó.