Es la hora de transformar Zofri

Esta semana se hizo público el Boletín Estadístico 2019 de Zofri S.A. el que, como lo habíamos anticipado, no trae números muy alentadores consolidando una triste tendencia de los últimos años. A partir de ello, es imposible no pensar en las consecuencias que esta situación ya está desencadenando en Iquique y en Tarapacá. Según las cifras que entrega este documento, las ventas del sistema franco durante 2019 cayeron en 6,5% en comparación con 2018, lo que representa unos 267 millones de dólares menos. Mientras que, las ventas del Mall cayeron en USD 40 millones, es decir, una baja del 17,93%. En cuanto a las ventas al extranjero, la baja es estrepitosa: A Bolivia cayeron en un 24,89%, a Paraguay en un 23,8% y a Perú en 11,39%. Todo este escenario impacta directamente en el empleo y en las actividades relacionadas al comercio internacional: puerto, transporte, movilización pública, hotelería, gastronomía y otros servicios.

Hoy, más que nunca, las cifras corroboran que el sistema franco no necesita una simple extensión de 30 años de su concesión para "dar tranquilidad" a los inversionistas, sino que requiere una transformación profunda que lo ponga a la vanguardia del comercio internacional en América del Sur y que lo proyecte en el tiempo. Por eso, planteamos convertir a Zofri S.A. en una Empresa Regional del Estado cuyo objetivo sea convertirla en una zona de libre comercio similar a las que existen en China, donde no hay entidades intermediarias que cobran a otras empresas (usuarios), sino una Junta Administradora del sistema y donde el Estado directamente establece las reglas y a través de servicios como Impuestos Internos y Aduanas, fiscaliza su correcto funcionamiento y genera los incentivos necesarios para atraer las inversiones.

El mundo pasó de economías cerradas y protegidas a economías abiertas y de bajo o nulos aranceles por los Tratados de Libre Comercio en menos de 40 años. La Zofri del siglo XX ya no es capaz de responder a la realidad del siglo XXI y si no se toman las medidas necesarias ahora, la vertiginosa economía mundial nos sorprenderá sin las herramientas para asegurar nuestro desarrollo y el de nuestros hijos.

"La Zofri del siglo XX ya no es capaz de responder a la realidad del siglo XXI".

Mauricio Soria Macchiavello, alcalde de Iquique."

Este 15 de febrero se conmemora el Día Internacional del Cáncer Infantil con el objetivo de concientizar a la sociedad sobre esta enfermedad e intentar que todos los pequeños del mundo tengan acceso a un diagnóstico y tratamiento adecuado. Uno de los aspectos más delicados que se abordan en este día son los problemas de sobrepeso, ya que varios estudios corroboran que la obesidad aumenta el riesgo y desarrollo del cáncer. En este contexto, resultan alarmantes las últimas cifras dadas a conocer por el programa Elige Vivir Sano, las que arrojaron que el nivel de obesidad en menores de 6 años aumentó un 66,3% entre 2015 y 2018, donde uno de los factores determinantes es la alimentación.

Enfrentar esta situación en el país requiere partir de la base: educación. Este grave problema de salud que afecta a Chile tiene su origen en la forma en que nos alimentamos desde pequeños en nuestros hogares. Sin ir más lejos, la reciente Encuesta de Presupuestos Familiares indicó que la mayoría del presupuesto destinado a comida es para la obtención de pan, bebidas y carnes, dejando solo un 15% a frutas y verduras, por lo que suponemos que la nutrición saludable no es parte del día a día de las familias chilenas.

Lo anterior pudimos evidenciarlo en una campaña que llevamos a cabo donde dimos a probar alimentos a pequeños con sus ojos cerrados: mientras ellos pudieron reconocer perfectamente el sabor de las papas fritas, nuggets y dulces, se mostraron confundidos al probar frutas como manzanas, duraznos o kiwis.

Tomar conciencia de este hecho hace que nos replanteamos como sociedad varios factores: nuestros niños no están en contacto permanente con frutas y verduras, ya que no las reconocen; se les incentiva la ingesta de comida chatarra; se destina un bajo presupuesto a alimentos saludables; y, realiza poca o nula actividad física.

Por tanto, los esfuerzos debieran centrarse en educar acerca de los hábitos alimenticios; explicar las propiedades de las frutas y verduras; dar a conocer la importancia de hacer deportes y mantenerse activos físicamente; enseñar a leer las etiquetas de los alimentos y a reconocer los compuestos de los productos. Agradecemos entonces la nueva campaña comunicacional "Hoy empiezo a vivir sano" que busca incentivar a las personas a realizar pequeños cambios en sus rutinas para adoptar hábitos más saludables y combatir la obesidad y sobrepeso. Entre las acciones que propone está cocinar en familia, priorizar las frutas como colación, salir a caminar, jugar con los niños, entre otras actividades, para mejorar la calidad de vida de los chilenos. Entonces, continuemos por este buen camino, aunemos esfuerzos entre lo público y privado para enfrentar este problema que nos aqueja y atañe. No permitamos que las nuevas generaciones de niños y niñas no reconozcan un alimento tan noble como una manzana.

Max Darraidou,

gerente general de AFE.