Hablar de inclusión de niños y adolescentes en el sistema escolar chileno es una paradoja que abarca todo el sentido que esta palabra puede significar, porque todos los niños debiesen, por derecho, ser "incluidos" desde sus habilidades y particularidades al proceso de aprendizaje formal. Como ello no es así, en nuestro país, los programas de inclusión suelen ser limitados a poco número de menores lo que a las familias implica una constante presión de no "perder" o lograr "acceder" fácilmente a ellos.
Los menores con necesidades educativas, son en estricto rigor todos, pero en especial los de proyectos de inclusión, requieren especial atención en el manejo de la anticipación de la información. Manejen junto a ellos, los tiempos de ingreso a clase, las salidas, cantidad de recreos y ojalá el detalle de las actividades diarias. Usen, si es necesario, planner, calendarios semanales en las paredes, etc.
Recuerde que el proceso de inclusión escolar puede estar también asociado a terapias fuera del establecimiento escolar. Por lo que decida con su equipo de trabajo, los horarios en que se desarrollarán ambas y la priorización de los tiempos, a veces, suele ser necesario ajustar algunas horas escolares para dar períodos de descanso o traslados al resto de las actividades terapéuticas. Se deben crear lazos entre sus equipos de trabajo clínico con las profesoras de aula, de tal manera que la información acerca de la evolución, dudas o incluso manejo medicamentoso, se ajuste a los requerimientos del menor.
Todo a mi pinta
"No vamos a permitir que sean ellos quienes propongan los términos de la paz" afirmó la vocera de la Coordinadora 8M ad-portas de su reunión con autoridades del Ministerio de la Mujer y la Subsecretaría de Prevención del Delito. Se buscaba definir los términos de la marcha por el Día internacional de la Mujer.
No quieren carabineras, no les importa obtener la autorización de la intendencia, y tampoco quieren dialogar. Una vez más, la lógica de quien grita o patea más fuerte se abre paso dentro del movimiento feminista, a pesar de habérseles dado la instancia, oportunidad y facilidades para encontrar consenso.
Es válido discrepar con el gobierno y su gestión. Sin embargo, aquello no significa que podamos reaccionar saltándonos protocolos ni agudizando las tensiones entre polos políticos. Nuestro objetivo común como chilenos debe ser buscar el entendimiento, no regodearnos con la institucionalidad y los procesos oficiales.
Claudia Figueroa
Unab
Bárbara Haas