EDITORIAL
Ayuda humanitaria
Más de 1.500 bolivianos ya han salido de Chile hacia su país gracias a gestiones realizadas por el Gobierno Regional de Tarapacá y Cancillería.
Ayer partieron los últimos 240 bolivianos que estaban en el ex estadio Cavancha con el fin de continuar su cuarentena en el centro Tata Santiago que dispuso el gobierno altiplánico en la localidad fronteriza de Pisiga Bolívar.
El traslado se realizó en buses sellados que iniciaron el trayecto a las 6 de la mañana rumbo a Colchane, al igual como se hizo el día anterior con otros 391 que estaban en cuarentena en el Liceo Bernardo O'Higgins.
La iniciativa, que además contó con el apoyo de la Municipalidad de Iquique, las Fuerzas Armadas, policías y organizaciones de apoyo a migrantes, fue todo un éxito, luego que no se reportaran contagios de coronavirus en ninguna de las personas que se congregaron en la región, primero en Huara y luego en Iquique.
A raíz de lo anterior, sería nuevamente Iquique la ciudad que albergaría a un millar de bolivianos que están en distintas ciudades de Chile. Ayer, solo en la comuna de Providencia, la alcaldesa Evelyn Matthei habló de 400, cifra similar a la que hay en Antofagasta, sumado a unos 150 que están pernoctando fuera del consulado altiplánico, donde ni siquiera abren sus puertas.
Es una situación humanitaria que Chile tiene la obligación moral de resolver, sobre todo porque se trata de personas que son parte importante de la fuerza laboral, pero también representan una preocupación más para las autoridades locales, con recursos que son escasos y donde no se puede correr riesgos de que producto de su aglomeración se desate un foco de contagio.
Es necesario estar atentos a que estas personas cuenten con todos los protocolos de seguridad en el traslado y también en su estadía en la ciudad de cara una pronta salida a Bolivia, en la medida que las autoridades de ese país ofrezcan condiciones para continuar su cuarentena en su territorio.
Es importante que la situación de los ciudadanos bolivianos no se transforme en un tema de nunca acabar y para ello se deben generar facilidades, pero también plazos límite.
"Es necesario estar atentos a que estas personas cuenten con todos los protocolos de seguridad en el traslado".