Sumarse a una tarea histórica
La llegada de cinco profesionales de la salud desde Viña del Mar -dos médicos internistas y tres de enfermería- al Hospital de Iquique, se da en un momento lamentable para la región, por el fallecimiento de dos personas más por el COVID-19, totalizando cuatro víctimas. Además, Tarapacá sumó 66 casos nuevos en un día; cifra inferior a la del viernes pasado pero que sigue siendo una de las más altas en el país, e incluso superando a Valparaíso (53) que sextuplica la cantidad de habitantes de Tarapacá.
El refuerzo de personal es una de las buenas iniciativas de las autoridades de Salud para combatir la pandemia, de aplicar una red única que solucione los puntos débiles de una región con recurso humano o equipamiento de otra zona, que está pasando por un mejor momento, y puede darse la licencia de apoyar a otros.
Tarapacá es una de las regiones que, en los últimos días, se han visto más afectadas por la propagación del virus, lo que ha generado un movimiento urgente para que el sistema de salud no llegue a un estado crítico.
En Iquique, por ejemplo, la baja disponibilidad de camas UCI era un problema que preocupaba tanto a nivel regional como nacional, pero que pudo solucionarse en parte por la adición de nuevos ventiladores mecánicos y la cobertura de más camas.
Sin embargo, estamos lejos de una estabilidad en medio de la crisis sanitaria y la cuarentena de al menos siete días -terminaría el próximo viernes a las 22 horas- es el ejemplo de que la región requería de una medida más intensa para controlar las aglomeraciones y la escalada de contagios de los últimos días. No sería extremista que esta medida se prolongue para lograr un mejor resultado.
Es esperable que la región, en un mediano plazo, pueda generar un mayor control de la emergencia. Es una tarea de todos -no solo de las autoridades- aplanar la curva en un mes crítico, en que nos acercamos a los 900 casos de coronavirus.
La ciudadanía en su mayoría ha respetado la nueva restricción en Iquique y Alto Hospicio, pero es necesario que se dupliquen los esfuerzos para no aflojar en un momento complejo de la crisis.
"Es una tarea de todos -no solo de las autoridades- aplanar la curva en un mes crítico, en que nos acercamos a los 900 casos".