Restaurantes estudian medidas para reabrir tras pandemia
El Gobierno elaboró un protocolo que enumera exigencias que deben cumplir los locales.
Establecer zonas segregadas de entrada y salida, separar las mesas y eliminar los platos compartidos son solo algunas de las medidas que deberán implementar los restaurantes del país cuando las autoridades permitan reabrir estos establecimientos, luego de que fueran cerrados como medida de prevención para disminuir los riesgos de contraer coronavirus.
El plan de medidas está inserto en el "Protocolo de Manejo y Prevención ante el COVID-19 en restaurantes, cafés y otros establecimientos análogos" elaborado por la Subsecretaría de Turismo en conjunto con el Ministerio de Economía, el cual enumera las exigencias y recomendaciones que deberán aplicar estos locales cuando las condiciones permitan recibir comensales nuevamente.
La directora de Sernatur Tarapacá, Bárbara Rojas, explicó que el nacimiento de este protocolo no es una orden para que los restaurantes puedan abrir de manera inmediata, sino se busca que la industria comience a prepararse e implementar estas medidas enfocadas en la etapa de reactivación que se harán efectivas cuando las condiciones epidemiológicas lo permitan.
"Son medidas que desde ya las empresas deben ir implementando porque como requieren un trabajo previo por parte de ellas, en su elaboración e implementación, la idea es que siempre con una planificación puedan hacerlo con el tiempo requerido y así no estén tan complicados cuando puedan abrir. Estimamos que podríamos comenzar con la promoción y difusión de la región recién en septiembre", señaló la jefa de Turismo.
Representantes
El presidente de la Asociación Gastronómica de Tarapacá (Agata), Jhon Burg, manifestó que la implementación de este protocolo le parece apropiada y, de acuerdo a su visión, un detalle importante será la materialidad, ya que "tendríamos que instalar una especie de mica o vidrio que separen a las personas o sentarlas en diagonal".
El mandamás de la agrupación que reúne a 28 asociados enfatizó que a partir del momento que puedan abrir, las cosas tendrán que hacerse diferente, ya que los restaurantes tendrán que reducir el número de comensales y eso repercutirá en la economía. "Tendremos que hacer rotar las mesas más rápido para equiparar la capacidad de venta que teníamos antes", complementó Burg.
Por su parte, Julio Jorquera, dueño de Doña Filomena, aseveró que en su caso tiene que estudiar cómo se concibe la realidad con lo propuesto por la autoridad, puesto que cree que es necesario madurar los lineamientos del protocolo. Sin embargo, aclaró que "estamos cuadrados con el protocolo".
"Hay que ver rápidamente cómo modificamos los accesos, cómo clausuramos los juegos de niños, demarcar la cocina y las mesas", explicó Jorquera, quien agregó que debido a la venta por delivery ya implementaron cuidados entre los trabajadores, como la toma de temperatura y la sanitización constante.
En tanto, Lorenzo Ruz, socio de colaborador del restaurant Caleta Buena, indicó que cree que la reapertura de las cocinas podría ser recién en agosto o septiembre y que apegado a ello nada volverá a ser normal. "La normalidad no existirá en el corto plazo", puntualizó.
"Hay que empezar por algo porque nosotros llevamos 90 días sin ningún ingreso. Toda venta es buena y que se generen medidas beneficiará al gremio", expresó Ruz.