Manipuladora de alimentos del hospital: "Cocino con el mismo amor que en casa"
Desde la Unidad de Alimentación y Nutrición del hospital regional de Iquique se preocupan no sólo por la alimentación de los hospitalizados en el recinto, sino también de los pacientes del estadio Tierra de Campeones.
A diario la Unidad de Alimentación y Nutrición del Ernesto Torres Galdames se suma al desafío de cocinar 400 raciones para alimentar a los pacientes que permanecen hospitalizados en el recinto médico. En el hospital regional el fogón se enciende bien temprano en la mañana, para hacer llegar el desayuno recién hecho a todos los pacientes.
La emergencia del COVID-19 ha planteado nuevos desafíos a la Unidad de Alimentación del hospital, cuyos nutricionistas han debido adaptar los protocolos a las necesidades de los convalecientes del SARS-CoV-2.
A la delicada labor de preservar las buenas prácticas de manipulación del alimento, se su suma el estricto cuidado personal de quienes circulan por las áreas críticas del hospital, quienes ahora deben velar no sólo por el bienestar de los enfermos, sino por su salud propia.
Andrea Mora, quien es una de las manipuladoras de alimentos del hospital, refiere que se levanta muy temprano y tras adelantar las colaciones de su familia parte a su trabajo para seguir cocinando.
"Yo cocino en el hospital con el mismo amor que lo hago en mi casa, porque no voy a estar cocinando algo de mala gana, imagino siempre que algún día puede estar acá un pariente mío, mi mamá, mi papá o mi hermana, a mí no me gustaría que otra persona le cocinara mal, entonces yo tengo que cocinar pensando que es para un familiar, porque es la única manera en la que se pueden hacer bien las cosas, si uno no se pone en el lugar del otro no resulta", comenta.
Para Mora, una buena comida es vital para la salud de los enfermos, de quienes manifiesta haber recibido palabras de agradecimiento tras ser dados de alta.
"Recuerdo que hace poco nos felicitó una paciente, por una preparación que hicimos con quinoa y un pescadito al vapor, nos mandó unas palabras de agradecimiento", atesora Mora como grata experiencia.
Para ella, poder aportar en este crítico momento de la pandemia no sólo forma parte de un trabajo, sino más bien de una labor social, y así asegura lo han entendido el resto de sus compañeros de labor.
"Las personas con las que yo estoy directamente son bien esmerados y bien preocupados, igual el resto de las otras áreas, nosotros somos de proceso que trabajamos durante el día, pero también está la parte de preprocesos que es donde se elabora el picado, el lavado de las verduras todo se hace en las noches, la verdad es que todos los funcionarios acá son bien dedicados y cuidadosos, aparte que así es que tiene que ser en este trabajo", asegura que tras la jornada, igualmente llega a su casa con ánimo de cocinarle algo rico a los suyos.
Adaptación
La licenciada Ivanka Quero, nutricionista jefe de la Unidad de Alimentación y Nutrición del hospital, precisa que el desafío por la emergencia del COVID-19 ha sido mayor y más demandante.
"Antiguamente enviábamos toda la alimentación en bandejas térmicas con su loza correspondiente, y según el régimen de cada paciente hacíamos la entrega, esperábamos que terminara de comer y retirábamos la loza la cual era pasada por un tratamiento de higiene en la unidad".
Quero explica que por la época actual "hemos tenido que hacer cambios de horarios, cambiar las entregadas y la planificación, por ejemplo en vez de enviar postres de leches ahora estamos enviando por frutas licuadas envasadas, cosa de mantener las condiciones de calidad para que el paciente tenga una alimentación segura".
"Ahora los horarios se distienden más por la pandemia, porque hay que ingresar a entregarles la comida a los pacientes con una vestimenta especial, entonces colocarse esa vestimenta y retirarla también toma tiempo", dice.
Todo el material de entrega se transformó a elementos descartables, para de este modo evitar que aquello sea un vector de transmisión del virus.
"La cantidad de horas no ha cambiado pero las labores sí se han vuelto más intensas", manifiesta la jefa de nutrición que a la elaboración de las colaciones del hospital se suman ahora el anexo del estadio Tierra de Campeones, donde también hay pacientes COVID.
"Se ha visto y no solamente respecto al COVID, que un paciente bien nutrido tiene menos días de hospitalización, que su recuperación es más rápida y los reingresos al hospital disminuyen al tener un paciente bien nutrido", asienta la profesional cuya unidad también vela en formular los alimentos que se suministran a pacientes en estado grave vía sonda.
"Yo cocino en el hospital con el mismo amor con el que lo hago en mi casa, cocino como para un familiar".
Andre Mora, manipuladora
"Se ha visto que un paciente bien nutrido tiene una recuperación más rápida y menos días de hospitalización".
Ivanka Quero, nutricionista