Joseph Ramos: "La economía debería repuntar con fuerza"
El economista ve con optimismo cómo enfrentará el país la desescalada una vez que termine la crisis sanitaria, analiza las cifras económicas y de empleo, es partidario de ayudar a las grandes empresas, dice que se han entregado bastantes créditos y plantea una idea para los fondos previsionales.
Los números de la crisis sanitaria siguen siendo preocupantes, por más que se adviertan leves mejorías, pero los de la crisis económica, en cambio, han empeorado bastante, según los últimos indicadores: desempleo por sobre el 11% y caída de la actividad económica de 15,3% en mayo.
Muchos hablaron de desastre esta semana, pero el economista Joseph Ramos (1938) no es tan pesimista, si bien el desempleo puede ser aún mayor y las caídas de producción pueden persistir. Lo cree fundamentalmente porque la situación tiene una causa identificable, es transitoria y, por lo tanto, puede cambiar rápidamente.
Nacido en Estados Unidos, conoció Cuba tempranamente por el trabajo de su padre y vivió allí con su familia (también fue más tarde profesor de economía en la isla). Estudió primero ingeniería y trabajó como tal, pero decidió dar un giro y estudiar economía, en la Universidad de Columbia. Actualmente es profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile, de la cual fue decano, y es miembro de la Comisión Nacional de Productividad.
Como académico, investigador y observador de la realidad económica, Ramos tampoco se priva de hacer propuestas concretas y controvertidas, como en el caso de la crisis económica actual, con la posibilidad de, bajo ciertas condiciones, retirar fondos de las AFP.
-Algunos índices económicos se dice que han alcanzado niveles históricos. ¿Es la situación tan catastrófica?
-No, no es algo catastrófico. Es decir, pocas cosas son catastróficas, empecemos por eso. Pero efectivamente, la caída de la producción estos últimos meses ha sido fuertísima: 15% el mes de mayo, probablemente lo mismo, tal vez más, en junio. Pero la causa es bien conocida. Es decir, si tú no permites que la gente trabaje, obviamente la producción cae. Es en realidad un milagro que estemos produciendo un 85% de los que estábamos produciendo antes. Pero el sistema bancario no está en crisis, no hay una situación de endeudamiento externo grave, como fue el año 82-83. No hay un terremoto que destruye capacidad productiva. Entonces, el problema es serio, pero la causa es evidente, una causa que no permite a la gente trabajar y, por lo tanto, producir.
-El ministro Briones señala que el Imacec tuvo una "caída monumental", la mayor desde que hay registros, lo mismo se dijo el mes pasado. ¿Qué significa realmente?
-Es cierto. Pero si todo chileno dejara de trabajar, digamos, si nadie trabajara en Chile, caería un 100%. Pero sabríamos la causa. Que no se permite trabajar. Mientras no se permita que la gente trabaje, obviamente la producción cae, pero no es algo tan complejo. En cambio, cuando la producción cayó en el año 82-83 no era porque se prohibiera que la gente trabajara, fue porque el país estaba sobreendeudado, porque el dólar estaba mal, porque el sistema bancario estaba quebrado. Tampoco es el caso de la crisis del 2009, que fue menos aguda, pero de nuevo fue un fenómeno que venía de afuera, una fuertísima caída en el precio del cobre, no es el caso ahora. Efectivamente, el problema no es menor, pero tan pronto que termine la situación de la pandemia, la economía debería repuntar con fuerza, no con toda la que uno quisiera, pero lo hará.
-La tasa de desempleo es de 11%. ¿Era esperable, es grave?
-La verdad es que probablemente sea peor que un 11%, porque eso no incluye a quienes están cobrando el seguro de cesantía y que no están trabajando, pero que mantienen el llamado vínculo laboral. Si se suman esas personas, superaría el 17%: Eso corresponde a la gente que realmente no está trabajando y guarda bastante relación con la caída en la producción. Porque si hay algo que determina el empleo es la producción. Esto significa, por supuesto, que hay mucha gente sufriendo. Es cierto que la gran mayoría de ellos están recibiendo el seguro de cesantía o subsidios de 100 mil pesos por persona al mes, pero eso es bastante menos de lo que acostumbraban ganar.
-¿Es toda esta crisis producto del confinamiento o trae resabios del estallido social?
-El estallido social efectivamente inició cierta caída en el empleo, pero el gran grueso de esto se debe al confinamiento. Ahora, claro, si al finalizar la pandemia volviera el estallido con la fuerza que tuvo antes, pues obviamente la reactivación va a ser mucho menor.
-En las crisis suele aumentar tanto el desempleo como el trabajo informal. ¿Qué pasará con los informales debido a las medidas de confinamiento?
-Creo que las medidas de confinamiento han tenido como consecuencia que el trabajo informal o por cuenta propia haya aumentado bastante menos. En parte porque a la gente se le prohíbe salir, aunque muchos salen. Y en parte porque aunque salgan, ¿a quién le van a vender? Es decir, hay muchas menos personas a las cuales venderles. O sea, la rentabilidad del trabajo por cuenta propia ha caído fuertemente debido también al confinamiento de los clientes, por decirlo así.
-En relación a los intentos por paliar la situación. ¿Qué opinión tiene en general de las medidas del gobierno en los distintos paquetes de ayuda económica?
-Me parece que han sido bastante razonables. El primer paquete tuvo esta ley de protección del empleo, que es un paso importante: hay cerca de 650 mil personas, o algo así, inscritos en ella: mantienen el vínculo laboral, porque les siguen cotizando. Y con el acuerdo logrado con la oposición se planteó un marco de 12 mil millones de dólares, además de los créditos que se habían dado para extensión de hipotecarios y pequeñas y medianas empresas. Yo creo que la respuesta del gobierno ha ido evolucionando como debería. Ahora bien, el acuerdo de apoyo de 12 mil millones de dólares indicó que era el máximo de apoyo fiscal posible por 24 meses. El sistema crediticio probablemente pueda expandirse: tal vez tengan que extenderse los créditos a las pequeñas y medianas empresas, tal vez tengan que extenderse los créditos hipotecarios. Lo que falta, a mi modo de ver, si esta pandemia continúa incluso con la fuerza que tiene, es ocupar parte de los ahorros de los fondos de pensiones, pero hacerlo de forma responsable.
"El desempleo de verdad, sin ese seguro de cesantía, debe ser más bien de alrededor del 17%"
"
"