A las rutinas que teníamos en nuestras casas, cambios en las medidas de higiene tanto dentro como fuera de nuestras viviendas, cambios en la convivencia o en compartir con otros, cambios en la forma cómo desarrollamos nuestras labores.

La adaptación también va a los cambios registrados en nuestras funciones ya sea como trabajadores o estudiantes, a los nuevos escenarios no solo económicos sino también sociales, los cuales serán diferentes a los que siempre estábamos acostumbrados, asumiendo todo ello con responsabilidad, con compromiso no solo a la institución o entidad en la que participamos o somos parte, sino compromiso con nosotros mismos, de querer seguir aprendiendo, de adquirir nuevas herramientas necesarias para continuar con nuestras funciones, entendiendo que el trabajo o función que desempeñamos es siempre importante para otras personas y que por lo tanto no debemos desanimarnos.

Para las y los estudiantes es algo similar, pues sin duda que lo que hoy aprenden, tanto en conocimientos como en adaptación, será de gran relevancia en su desempeño futuro tanto en lo laboral como en lo social.

Hoy debemos reforzar la idea respecto a que los cambios son parte de nuestras vidas, que forman parte de los procesos de transformación y crecimiento tanto de nosotros mismos como de las organizaciones que integramos.

A través de esos cambios o renovación, podemos llevar a cabo mejoras continuas, entendiendo que somos parte de un mundo cambiante, cada vez más acelerado, en el cual puede suceder que lo que hoy es nuevo, mañana puede ser obsoleto.

"Hoy debemos reforzar la idea respecto a que los cambios son parte de nuestras vidas".

Jorge Villegas Ahumada,, rector Centro de Formación Técnica Estatal de Tarapacá

La proliferación de bacterias y virus en invierno nos recuerda cuán imprescindible es la ventilación para el funcionamiento adecuado de los edificios y, más aún, en los recintos hospitalarios. Mientras en otros ámbitos la ventilación se diseña pensando en mantener el nivel adecuado de CO2 para el desarrollo de actividades al interior, en el caso de hospitales la ventilación se diseña con foco en remover microorganismos, por lo que la cantidad de aire en circulación es bastante mayor.

Evidentemente, el diseño de los sistemas de ventilación en edificios de oficinas, habitacionales y educacionales no se ha hecho pensando en la prevención de contagios, un tema que por estos días ha surgido como prioritario. Sin embargo, la pandemia nos impuso el desafío: aumentar significativamente la ventilación. Actualmente, gran parte de los edificios utiliza solo ventilación natural de forma directa, lo que implica que en condiciones frías como las que nos presenta el invierno, las personas tienden a ventilar menos para evitar las pérdidas de calor.

Afortunadamente, este aspecto tan importante para las edificaciones es perfectible, en el caso de ventilación natural, a través de elementos de diseño; o en el caso mecánico, con incorporación de elementos adicionales. En condiciones frías, la tecnología nos ha permitido incorporar artefactos como los recuperadores de calor, que ayudan a mantener el nivel de ventilación sin elevar los costos de calefacción. A ello se pueden sumar las características de diseño pasivo (ventilación natural) o eficiencia energética en los equipos (ventilación mecánica).

Actualmente, la gran mayoría de los sistemas de aire acondicionado y/o calefacción no incorporan ventilación, lo que generalmente hacen es que calientan o enfrían el mismo aire de la habitación o solo recirculan el aire. Pero es tiempo de empezar a cambiar. Debemos incorporar un sistema de ventilación adecuado ya sea natural o mecánica. Hoy la pandemia nos obliga a pensar y diseñar las cosas de otra manera.

Hernán Madrid, jefe de Certificación Edificio Sustentable (CES)

Con el mismo interés y convicción, con que la senadora Adriana Muñoz, presidenta del senado, el senador Alfonso de Urresti, presidente de la Comisión de Constitución, más los senadores Guido Girardi, Francisco Huenchumilla y Pedro Araya, presentarán un proyecto para limitar las atribuciones del Presidente de la República, que tendría por la Constitución de 1980, deberían presentar otro proyecto, en este caso para aumentar drásticamente los requisitos que hoy son exigidos a todas las personas que aspiran a ser candidatos a alcalde, core, diputado, senador y gobernador, como una manera de ir mejorando la gestión gubernativa, legislativa y administrativa de nuestro país, porque me imagino, que ese es el espíritu del proyecto que presentan, entonces el aumentar las exigencias, que deberán cumplir las futuras autoridades que se someterán al escrutinio popular, ¿No les parece a ustedes señora senadora Muñoz y señores senadores de Urresti, Girardi, Huenchumilla y Araya que ambos proyectos, van tras el mismo objetivo, que ustedes buscan con tanto interés y convicción?

Luis Enrique Soler Milla