Preocuparse de la clase media
"Chile es un país mayoritariamente de clase media, la que ha progresado en base a su propio mérito, esfuerzo y trabajo. La clase media lo sabe y se siente orgullosa de sus logros. Pero también merece y necesita seguridades y oportunidades para el futuro", dijo ayer el Presidente Sebastián Piñera al lanzar el programa de apoyo a la clase media, en el marco de la crisis del coronavirus.
El programa presentado por el Mandatario incluyó la postergación de créditos hipotecarios con garantía estatal, préstamos blandos, junto con la ampliación del subsidio de arriendo y del crédito para la educación superior.
Una buena parte de la clase media chilena está a punto de cruzar la línea de la pobreza, ingresando al sector más vulnerable de la población a raíz de una pandemia que no le ha dado tregua al país. Se trata de un importante y esforzado grupo formado por profesionales, comerciantes, empleados y emprendedores diversos que han perdido parte o la totalidad de sus ingresos.
Se pierden los ingresos, pero no se pierden las deudas. Ahí están los dividendos hipotecarios, la cuota del automóvil, los pagos en educación y salud, los créditos de consumo o la tentadora tarjeta de crédito, aquella atracción fatal que, finalmente, se debe cancelar. Están, además, los pagos de servicios y la cobertura de demandas básicas de alimentación o transporte.
Se considera que un 68% de las personas pertenece a un hogar de clase media, con ingresos que oscilan entre $625 mil y $3,1 millones y si bien la cobertura de beneficios entregados con anterioridad suponían un apoyo para la clase media baja, los actuales beneficios estarían dirigidos a quienes son parte de los rangos más altos.
Si bien el plan es mejorable, resulta en un apoyo a los deudores habitacionales y a los que necesitan el apoyo para estudiar. En el caso de los créditos sin intereses, esto se quiere ver como una alternativa a la posibilidad de usar parte de los ahorros en la AFP, algo que podría no dejar tranquilo a muchos y que ya ha sido criticado por la oposición.
La clase media chilena es el motor productivo del país y si bien estas medidas son una ayuda, es importante seguir mejorando el modelo con el fin de que estas personas no caigan debajo de la linea de la pobreza.
"Si bien el plan es mejorable, resulta en un apoyo a los deudores habitacionales y a los que necesitan el apoyo para estudiar".