Investigador Unap busca analizar el SARS-CoV-2 en el agua residual
La estrategia permitiría conocer y cuantificar la presencia del virus en algunos sectores de la región.
Observar la presencia de trazas del SARS-CoV-2 en las aguas servidas en la región es el fin del académico e investigador de la Facultad de Recursos Naturales Renovables de la Universidad Arturo Prat y director técnico del laboratorio diagnóstico molecular Wintata de esa casa de estudios, Erwin Strahsburger.
El bioquímico y doctor en Microbiología contó que el análisis de las aguas residuales es una de las técnicas para observar la existencia del virus que produce e COVID-19.
"Si gran parte de una población está infectada, vamos a tener una gran cantidad de virus en el agua. Si se empieza a reducir la infección, también hay una baja del virus. Hay otras estrategias que se pueden utilizar para controlar la pandemia y ver el estado epidemiológico de la infección", señaló el investigador.
Actualmente está consiguiendo fondos, además de apoyarse en la red de laboratorios universitarios del país, mismos contactos que han permitido gestar la pesquisa del virus en aguas residuales.
"Es una red nacional que está comenzando a formular un PCR para agua, de modo que sea otra forma de colaborar, tener más puntos de control y ver cómo avanza la pandemia", dijo.
Etapa avanzada
Strahsburger comentó que desde Iquique está trabajando con la doctora Claudia Ibacache, directora del Centro de Micro-Bio innovación y académica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Valparaíso, quien ya tiene la misma investigación avanzada en esa región.
La investigadora explicó que el estudio permite, de una manera indirecta, evaluar la circulación viral en una comunidad a través de las aguas servidas, ya que existe una excreción fecal del virus.
Así se inicia la búsqueda del material genético, extrayendo muestras de forma similar al examen PCR. Ibacache cuenta que en una etapa inicial solo se ha buscado si hay o no material genético del virus. La etapa siguiente consiste en cuantificarlo.
"Acá trabajamos con Esval que es la empresa sanitaria de la región y hemos estado desde fines de abril e inicios de mayo recolectando y evaluando muestras, de momento tenemos identificadas algunas muestras positivas para Valparaíso y Viña del Mar y esto nos permitiría cuantificar, pero esa etapa está en curso", comentó la investigadora.
Si bien la académica cree que la hipótesis más lógica es que a mayor contagio en una población, mayor será la presencia del virus en las aguas servidas, podría no necesariamente ser así.
"También puede ser que en fases tempranas se hubiese testeado menos y podrían estar subvaloradas las cifras. En la concentración de material genético del virus en agua, independiente de si la persona se hizo o no el test, si está contagiada va a excretarlo (el virus) de todas maneras", precisó.
Vía de transmisión
Strahsburger precisó que el SARS-CoV-2 posee las mismas condiciones de infección de cualquier patógeno, por lo que existiría un riesgo de transmisión a través de agua que no está debidamente tratada.
No obstante, Ibacache aclaró que el estudio actual busca detectar trazas del virus y no partículas virales infecciosas: "De momento no es una vía de transmisión que se haya definido como tal".
8.648 contagios de COVID acumula Tarapacá. De estos, 4.953 corresponden a Iquique.