OPINIÓN
Hace 153 años
Un 25 de agosto hace 153 años fallece el gran científico británico Michael Faraday, reconocido como el padre del electromagnetismo y la electroquímica. Posiblemente una de las mentes científicas más brillantes e influyentes de la historia, siendo inspiración para grandes científicos, como Albert Einstein, Ernest Rutherford y, particularmente, James Clerk Maxwell. Todos ellos y muchos más lo consideraron uno de los investigadores científicos más grandes de todos los tiempos por su increíble intuición y habilidades para la física experimental.
Fuera de todo eso, era conocido por su compromiso con la divulgación científica al dictar innumerables charlas en la Royal Institution a la comunidad, las cuales llegaron a ser muy populares. Incluso, en 1825 inaugura las conocidas Charlas de Navidad de la Royal Institution, realizándose todos los años hasta la actualidad solo interrumpidas por la Segunda Guerra Mundial.
Contrario a lo que se podría pensar, su formación era muy básica. Desde su nacimiento estuvo sumido en la pobreza, viéndose forzado a trabajar para dar apoyo a su familia. Además, sus problemas de lenguaje llevaron a que su madre lo retirara a temprana edad de su escuela por los malos tratos que recibía. Sin embargo, su resiliencia y afán por las ciencias, lo llevarían por el camino de la autoformación hasta llegar con Humphry Davy y convertirse en el gran científico que llegó a ser.
Aunque su falta de educación formal no lo detuvo, esto lo imposibilitó de plasmar su visión del Campo Electromagnético de forma clara ante la comunidad científica. Sin embargo, la ayuda llegaría poco después con Maxwell que, teniendo esa formación de la que Faraday carecía junto a una inteligencia y habilidad teórica envidiable, logró interpretar matemáticamente sus ideas en una Teoría Electromagnética completa.
La vida de Faraday no solo es un claro ejemplo de la importancia de la creatividad, el esfuerzo y la autosuperación en condiciones adversas, sino que también de lo vital de la educación y la igualdad de oportunidades para el progreso. El trabajo de Faraday moldeó el desarrollo tecnológico actual de la humanidad, por lo que cuesta imaginar cómo sería el mundo dentro de 153 años si los Faradays de hoy tuviesen el acceso a una educación de calidad.
"Faraday no solo es un claro ejemplo de la importancia de la creatividad, el esfuerzo y la autosuperación en condiciones adversas...".
Pablo González Villarroel,, astrofísico Universidad de Tarapacá, Explora Tarapacá