No descuidar el corazón
Sin duda que la pandemia del coronavirus es hoy el desafío sanitario más importante que enfrenta el país. Sin embargo, este hecho no puede hacer que se pierda de vista que agosto también es el Mes del Corazón.
Cada año esta conmemoración ayuda a fomentar la conciencia y la información respecto de las enfermedades cardiovasculares (ECV) y sus efectos. Las ECV pueden llegar a representar cerca de un tercio de las muertes en nuestro país y de ahí la importancia de estar atentos a ellas.
El Mes del Corazón, además, ayuda a promover estilos de vida saludables que son, en el fondo, la única manera de reducir los riesgos y las consecuencias.
La Organización Mundial de la Salud explica que la mayoría de las ECV pueden prevenirse poniendo atención y actuando sobre factores de riesgo que tienen que ver con estilos de vida, como el consumo de tabaco, las dietas desequilibradas y la obesidad, el sedentarismo o el consumo nocivo de alcohol.
Es por eso que en fechas y ocasiones como el Mes del Corazón, el llamado es a estar atentos a las conductas y condiciones de riesgo para las enfermedades cardiovasculares. Es fundamental que para evitar desenlaces catastróficos, se debe tener especial atención con los factores de riesgo, entre los que se cuentan también la hipertensión, el colesterol alto y el sedentarismo.
La actividad física va de la mano también con el desarrollo de estilos de vida saludables, que no consideran solamente hacer deporte el fin de semana o el partido de fútbol dominical. Tiene que ver con rutinas que pueden ser tan simples como caminar o movilizarse en bicicleta.
Dejar hábitos nocivos y estar atentos a cualquier síntoma que tenga relación con afecciones cardiovasculares, son claves. Mejorar hábitos de vida podría reducir de 50 a un 70% la posibilidad de sufrir problemas cardiacos.
Es importante ahora recordar esto. Se trata de un desafío en medio de la pandemia que enfrentamos, en donde medidas como el confinamiento pueden propiciar hábitos que a la larga pongan en riesgo la salud.
A lo anterior también deben sumarse campañas, como las que se han venido haciendo, para fomentar los controles rutinarios, sobre todo en la población más expuesta.
"Dejar hábitos nocivos y estar atentos a cualquier síntoma que tenga relación con afecciones cardiovasculares, son claves".