Problema migratorio
Son cerca de dos mil ingresos clandestinos mensuales que se están registrando en las fronteras de la Región de Tarapacá y si bien las autoridades nacionales anunciaron medidas para frenar este ingreso, lo cierto es que estas acciones están lejos de ser una solución.
En Huara permanecen más de trescientas personas, familias completas, principalmente de venezolanos, que ingresaron al país en busca de reunirse con sus cercanos o con una promesa de mejores condiciones para vivir; la mayoría con problemas económicos, escapando de la crisis en el Perú, donde residían hasta hace poco o, incluso otros, que han viajado por días desde Venezuela para llegar a Chile.
Hoy nos enfrentamos como región ante un problema de tipo humanitario que está por sobre las posibilidades de ser resuelto localmente, sobre todo sin un apoyo real de las autoridades nacionales, ya que si bien se ha aumentado el número de albergues, el flujo migratorio no cede.
Es importante tener presente que no se trata de un fenómeno actual, y que tiene relación con la crisis venezolana que ha llevado a más de 5 millones de personas a dejar su país en los últimos años y donde el 80% migró hacia países de Sudamérica.
El año pasado fueron 125 mil venezolanos los que ingresaron al país como turistas y finalmente la mayoría se quedó.
Este año aunque la cifra de ingreso es inferior, el problema se da porque llegan en forma clandestina a raíz del cierre formal de fronteras por el Covid-19 y lo hacen en zonas poco pobladas como Tarapacá.
Son valorables las gestiones de las autoridades regionales y de ONGs, sin embargo, es necesario que se deriven los fondos que sean necesarios para manejar una problemática que no es regional.
Es urgente que la mayoría de estas personas lleguen a sus lugares de destino, en la zona centro sur del país, antes de que se resuelva su situación legal y así evitar que estén en tránsito por las ciudades del norte del país y principalmente en Iquique.
Si se sigue esperando, se aumentan las posibilidades de que esto termine en otras problemáticas derivadas del hacinamiento o de personas viviendo en las calles.
"Es necesario que se deriven los fondos que sean necesarios para manejar una problemática que no es regional".