Segunda ola a la vuelta de la esquina
En los últimos siete días la región ha sumado 319 casos nuevos de coronavirus, lo que da un promedio de 45,57 contagios diarios. La mayor cantidad de estos casos están en la capital regional, previo a las semanas más complicadas según los expertos, debido a las compras navideñas y las celebraciones del 25 de diciembre y 1 de enero.
Estas estadísticas hacen inminente, más que el avance a fase 3 de Iquique, el retroceso a la cuarentena, en dos semanas que podrían ser trascendentales para una región que no ha sido capaz de mantener los protocolos necesarios para avanzar de fase en el plan de desconfinamiento.
Pese a que desde algunos sectores se busca responsabilizar solo al problema migratorio en el aumento de los casos, está claro que las causas también se relacionan con el comportamiento de una parte de la población. En ese sentido, un simple recorrido por las zonas comerciales de la ciudad permite visualizar una serie de aglomeraciones, donde las normas sanitarias impuestas por la autoridad poco y nada se cumplen. Incluso en días de cuarentena se ve un gran número de personas circulando, contraviniendo las restricciones para transitar.
Pero en este escenario también existen otras responsabilidades más bien políticas, sobre todo cuando desde algunos sectores llaman a desatender la recomendación de las autoridades y pero aún, de los médicos.
Así surgen iniciativas de protestas masivas, incluidas aquellas que apelan a la emoción, como la de los carros navideños, tradición llena de alegría, pero que hoy representa un gran riesgo al ir de casa en casa, donde además de niños también hay adultos mayores, los más afectados por el virus.
Todos ya conocen las recomendaciones, es cosa de cumplirlas y hacer caso a la simple lógica que nos indica que el contagio de esta enfermedad aumenta ante el mayor número de personas reunidas en espacios cerrados y en aglomeraciones.
Si los casos siguen al alza, como ha ocurrido en las últimas dos semanas, el panorama es desalentador y veremos que poco a poco nuestras unidades críticas comienzan a llenarse y colapsar. Es posible evitarlo.
"El contagio de esta enfermedad aumenta ante el mayor número de personas reunidas".