Este 10 y 11 de abril se realizará una jornada eleccionaria nunca antes vista, no solo porque se votará por quienes redacten una nueva Constitución, sino porque en un solo proceso se deberán elegir -además- a los alcaldes, concejales y gobernadores regionales.

Se trata de un proceso que requerirá una gran gestión desde el punto de vista logístico y que, por otro lado, demandará de los electores mucha información, debido a que tendrán que informarse sobre una gran cantidad de candidatos, muchos de ellos desconocidos.

En primer lugar, el proceso constituyente debiera ser el que convoque el mayor número de personas a las urnas, como ya se vio en el plebiscito. Ahí aparecen múltiples postulantes independientes, donde además se incluyeron escaños reservados para pueblos indígenas y la paridad de género. Por lo mismo requerirá un voto que debe ser reflexionado y donde el elector deberá interiorizarse más que en procesos anteriores, en los cuales era mucho más sencillo conocer a los candidatos.

El proceso además ha tenido una pandemia de por medio, lo que ha significado que haya existido mucha menos difusión, sumado a que como responde a protestas ciudadanas, se intentó hacer en el menor tiempo posible, lo que sin duda juega en contra a la hora de que todos puedan tener la información necesaria antes de ejercer su voto.

En el caso de la elección de gobernador regional, que busca dar mayor autonomía a las regiones, si bien se dilató por muchos años antes de lograrse, igualmente ha sido afectado por la pandemia y aún existe mucho desconocimiento respecto al cargo y a quienes postulan.

Finalmente, la elección de alcalde y concejales resultaría menos compleja para los electores, pero claramente habrán muchas sorpresas debido al contexto de los últimos años, donde los ediles en funciones tendrán una tarea mucho más difícil para mantenerse en el cargo.

Sin duda, esta elección estará llena de complejidades y, es de esperar, que por el bien de Chile, las personas vayan a las urnas con responsabilidad, informadas y que puedan ejercer un voto reflexionado.

"Se trata de un proceso que requerirá una gran gestión desde el punto de vista logístico".

El año 2020 comenzó con muchas complejidades producto de la pandemia por COVID-19 en todos lo ámbitos de la sociedad al desconocer sus efectos y alcance, la itinerancia entre las expectativas y la incertidumbre fue lo que prácticamente marcó a todas las actividades sociales, productivas, de educación y salud. Es cierto que fue un año que en los distintos sectores (y en la medida que supieron o pudieron adaptarse) se presentaron desafíos que en muchos casos terminaron en ideas innovadoras que se concretaron en nuevas propuestas.

Los efectos del COVID-19 están tensionando al límite las estructuras socioeconómicas a nivel global, ya hay opiniones de distintos organismos mundiales respecto de cuanto demorará recuperar los niveles económicos en los países; lamentablemente en la educación escolar y terciaria, es más complejo tener esa proyección, sabemos que un porcentaje importante de la población en etapa escolar y terciaria ha tenido acceso a recursos digitales para atender su formación, pero otra parte más voluminosa aún, no puede acceder a su proceso de formación como corresponde; la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO 2020), dice que alrededor de 70% de la población estudiantil del mundo se está viendo afectada por no tener acceso a los recursos digitales.

¿Cómo se aproxima este año académico 2021? Sabemos que seguirá siendo complejo, incierto y seguro estaremos itinerando de fase en fase, en apertura y cierres de escuelas y en la educación híbrida entre lo presencial y lo remoto. A lo anterior se suma el desafío de garantizar la salud mental de todos los que componen la comunidad educativa, para lo cual será necesario sistematizar y formalizar la búsqueda de información sobre el verdadero sentir de los alumnos, profesores, apoderados y directivos- administrativos de la educación, conocer sus obstáculos, temores y expectativas; solo de esta manera se podrán proponer programas efectivos para hacer frente a lo que ya es una realidad en la salud mental de la comunidad educativa.

"Los efectos del COVID-19 están tensionando al límite las estructuras socioeconómicas a nivel global".

Elsa Echeverria,, rectora Universidad Santo Tomás, sede Iquique

Con la suspensión de los permisos para este fin de semana, muchos han optado por adelantar las compras. La idea es que esto no genere más aglomeraciones, por lo que es conveniente programarse y seguir cuidándose.

Inmunidad y retorno

Independiente de que las vacunas deberían dar una inmunidad de rebaño antes de julio, muchos se negarán a retornar a las actividades normales en el corto tiempo. Si bien los casos de covid seguirán, el factor clave será la baja de los pacientes en UCI y por consiguiente la letalidad.

Basura en las calles

Como ciudadanos es necesario ser aún más rigurosos con los desechos. Es importante evitar al máximo dejar residuos en las calles, independiente que sea en un basurero, pues esta igual puede ir a parar al piso. Colaboremos con una ciudad más limpia.