Cambio de conducta
El país volvió a superar su máximo histórico de pacientes covid hospitalizados en las UCIs, con 3.213 y 2.783 de ellos conectados a ventilación mecánica.
Pese a que el Ministerio de Salud anunció que planea llegar a disponer de 4.500 cupos, mil más de los que se requirió para contener la crisis en julio de 2020 y más del triple de las que estaban operativas hace un mes, es importante que exista un cambio de conducta de muchos chilenos, quienes han hecho caso omiso a las recomendaciones de las autoridades.
Lo más preocupante es que los ingresos a las unidades críticas en la última semana muestran que la red asistencial recibió 946 pacientes graves de entre 20 y 59 años, los que representaron el 71% de los 1.326 internados totales.
Tal cifra marca una diferencia con lo vivido en la primera ola del 2020, cuando el peak de internados correspondía a contagiados de 60 a 69 años, segmento que representaba un tercio de los pacientes UCIs. Ahora, en cambio, ese grupo frenó su alza e inició un leve descenso de hospitalizados, similar a lo que viene ocurriendo hace un par de semanas con los mayores de 70 años, quienes promedian 12% de los casos graves y en el peak del 2020 rondaban en torno al 20%.
Según expertos, esto obedece a que las personas mayores están en un 80% vacunadas con sus dos dosis y es la población más joven, que está activa laboralmente, la que en general no ha tenido los cuidados necesarios ante un virus que es cada vez más contagioso.
Pero más allá de que este grupo etario -de 20 a 59 años- es el que está teniendo las mayores complicaciones, lo cierto es que buena parte de la población no está obedeciendo las cuarentenas, donde si bien las personas sacan sus permisos, se mantienen las salidas y las reuniones sociales.
Es importante un cambio de mentalidad profundo, sobre todo respecto a la responsabilidad individual que demanda la pandemia.
Aunque siempre se termina apuntando al de al lado, es claro que son miles quienes salen a la calle a realizar trámites innecesarios, compras prescindibles e incluso participan en celebraciones que claramente son un peligro y que podrían evitarse si alguien pone cordura. Muchos han muerto en el país y la crisis solo terminará si existe compromiso de todos.
"Es importante un cambio de mentalidad profundo, sobre todo respecto a la responsabilidad individual".