Hay quienes aseguran que las vacunas causan autismo, otros que dicen que es un método de control gubernamental y quienes afirman que las curas de todos los males están en remedios caseros que las farmacéuticas nos niegan. Generalmente basan sus afirmaciones en argumentos disfrazados de ciencia.

Por eso, tratar de convencer sobre los beneficios que ha significado para la humanidad el avance de la medicina, puede ser bastante difícil. Es que al revés de los científicos, que trabajan en corroborar o descartar una hipótesis a través de un método y por lo mismo ponen a prueba sus descubrimientos entre sus pares, el seudocientífico solo busca los argumentos que podrían ayudar a cimentar su teoría y desechan aquellos que la contradicen.

Es así como muchos divulgan peligrosos métodos sin ningún tipo de corroboración y solo se basan en la especulación: por ejemplo, al principio de la pandemia se promocionó la ingesta de dióxido de cloro para prevenir el covid-19, lo cual puede causar serios daños a la salud, o lo que sucedido en Calama, más grave todavía, pues veterinarios vacunaron a personas con dosis para perros.

La ciencia, por su parte, tiende a ser más lenta y autocrítica. Necesita estar segura de sus afirmaciones, por lo que se pone a prueba. Observa, experimenta, mide. Y sus resultados deben ser avalados por cientos de testeos y la revisión de la comunidad científica. Gracias a ella hoy estamos en pleno proceso de vacunación y gracias a su honestidad, los mismos creadores de las actuales vacunas contra el coronavirus nos advierten que estas no evitan los contagios en un 100%.

La lección es que si el método que se promociona se hace sin respaldo de autoridades sanitarias, es muy probable que se trate de una farsa.

Es importante promover un pensamiento crítico y si bien la ciencia aún no puede ser la respuesta a todo, es la base de la evolución que ha tenido el ser humano a lo largo de la historia, lo que ha permitido derrotar cientos de enfermedades que amenazaron con exterminar a la humanidad.

"La ciencia, por su parte, tiende a ser más lenta y autocrítica. Necesita estar segura de sus afirmaciones".

Hoy, 23 de abril de 2021, se conmemora el Día Internacional del Libro en homenaje a Cervantes, Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega, quienes fallecieron un 23 de abril de 1616, es decir, hace 405 años. Han pasado cuatro siglos y estos tres autores siguen siendo una fuente inagotable para humanizar el alma. Cervantes y Shakespeare son las cumbres más altas de un Himalaya literario formado por notables hombres y mujeres creadores que se destacaron antes y después de esa fecha. Inca Garcilaso de la Vega es una cumbre más compleja y nuestra, como los Andes. Fue un mestizo que recogió lo mejor de los dos mundos, su estudio "Comentarios Reales de los Incas" es consulta obligada de todo americanista; aunque en el siglo XX (1907) fue descubierto en la biblioteca real de Dinamarca un libro antiguo titulado "Primer nueva corónica y buen gobierno" de un tal Guamán Poma de Ayala (de quien todavía hay controversia sobre su identidad), obra escrita aproximadamente cuando Cervantes, Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega estaban en el final de sus vidas. Guamán Poma expresa la mirada del indígena expoliado por los conquistadores españoles, pero que recurre a la propia autoridad peninsular en la búsqueda de justicia, empleando el dibujo para graficar sus ideas cuando sus palabras no eran suficiente. Un libro maravilloso que revolucionó a la antropología y a la etnohistoria.

Acertadamente, con el nombre de "Mate de coca", la Coordinación de Fomento de la Cultura y la Artes, está promoviendo autores locales. Con el formato de una conversación entre dos personas que comparten el interés por los libros, se trata de llegar a un público regional. No puede haber nada más humano que dos personas conversen sus preferencias literarias o científicas a través de un texto. No hay mayor placer que leer uno sin interrupción, sin ruidos, sin internet. En estos días tristes de pandemia un libro puede ser el que nos lleve a otros tiempos y otros territorios, navegando junto a Joseph Conrad o Herman Melville. Quizás visitar la Praga medieval acompañado de Umberto Eco. Contemplar la pampa salitrera a través de la mirada mordaz de Rivera Letelier o gracias a la pluma aguda y crítica de Víctor Domingo Silva. Disculpen, pero debo interrumpir esta columna porque tengo que asistir con Alejo Carpentier a un Concierto Barroco.

"Nada más humano que dos personas conversen sus preferencias literarias o científicas".

Sergio González Miranda,, Premio Nacional de Historia 2014

Muchas veces el debate que se da en las redes sociales traspasa la discusión y se transforma en disputa. Lamentablemente, eso en poco y nada aporta a conseguir acuerdos y avanzar a una sociedad más tolerante.

Trabajo a distancia

Aunque muchas empresas intentan aprovechar la pandemia para después continuar con teletrabajo, es importante que el Estado regule de mejor manera esta modalidad, sobre todo porque se ha visto gran afectación a la salud mental del trabajador.

Más espacio

Una excelente iniciativa fue ampliar el espacio para hacer deporte en la avenida Arturo Prat, sobre todo si el horario en fines de semana será hasta las 10 de la mañana. Es de esperar que las personas respeten y eviten los deportes colectivos.