El 72% de las personas que estaban activas con el virus los últimos días no habían recibido sus dos dosis de la vacuna del covid, según información de la Seremi de Salud de Tarapacá.
La cifra es reveladora y da cuenta que solo un 28% tenía su calendario de vacunas al día y que a pesar de contagiarse, casi en su totalidad no tuvieron complicaciones.
Las autoridades han insistido hasta el cansancio en la importancia de la inoculación, que en caso de estar completa a los 15 días de recibirla, permite en un 90% no tener complicaciones con el virus, lo que además reduce las tasas de mortalidad de la enfermedad.
En países en donde la vacunación ha logrado avanzar más rápido, principalmente por el interés de las personas por seguir sus vidas con relativa normalidad, los efectos han sido notorios, por ejemplo, con actividades masivas ya desarrollándose, público en los estadios y con una economía recuperándose rápidamente.
Por lo mismo, es importante poner todos los esfuerzos en que la población pueda recibir ambas dosis lo antes posible, incluso aumentando los dispositivos móviles que permitan captar a muchas personas, que aunque están dispuestos a vacunarse no lo han hecho porque no está entre sus prioridades.
Si no se agilizan las medidas el proceso es muy difícil que el país alcance la inmunidad de rebaño y con ello cualquier plan, hasta al más extremo, será inútil.
Ya está claro que la mayor parte de la población en Chile está aburrida de hacer confinamiento y acatar medidas sanitarias, lo que se refleja en las miles de fiestas clandestinas o juntas sociales que se hacen diariamente en todo el territorio nacional, y donde la mayoría pasan desapercibidas. Si bien en el ideal deberían hacerse confinamientos y tomarse medidas fuertes, está claro que eso no ha funcionado y deben verse las distintas caras de una problemática que no es solo sanitaria.
La mejor forma de derrotar esta pandemia es afrontarla desde una mirada positiva y no negativa, como son las restricciones. Chile puede derrotar esta calamidad pero el mensaje, a más de un año de esta emergencia, debe cambiar en la búsqueda de un horizonte más próspero.
"Ya está claro que la mayor parte de la población en Chile está aburrida de hacer confinamiento y acatar medidas sanitarias"