Condenan a entrenador por ataques sexuales a niñas
La justicia acreditó que el acusado abusó, violó y grabó las agresiones que afectaron a niñas de apenas 12 y 13 años de edad en Alto Hospicio.
A diversas penas, que sumaron en total 21 años de presidio efectivo, fue condenado el acusado Jaime Vargas Navarro, quien ejercía como entrenador de un equipo de fútbol femenino en Alto Hospicio, luego que la Fiscalía lograra acreditar en el juicio oral que el acusado violó y abusó de niñas que formaban parte de su club, grabando y exhibiendo dichos ataques sexuales.
A través de los testimonios de las víctimas, de sus familiares y de los dirigentes del club de fútbol que hicieron la denuncia cuando supieron los hechos, los funcionarios y peritos de la Policía de Investigaciones (PDI), junto al médico legista, confirmaron las lesiones que sufrieron las niñas.
Fue así como se dio por acreditado que durante el primer semestre de 2019, el acusado aprovechándose de su calidad de entrenador del club deportivo de fútbol femenino "Las Chunchitas", que albergaba a niñas y adolescentes, solicitó a una de ellas de 13 años de edad, que le enviará videos íntimos a través de WhatsApp y luego la llevó a un mirador y a un motel, donde la violó y grabó dichos ataques para luego enviárselo a otra niña del club.
De igual forma, se acreditó que en mayo de ese año, el acusado aprovechó que trasladaba a una jugadora del club de 12 años de edad a un entrenamiento, para llevarla hasta un sitio eriazo donde la violó amenazándola con un cuchillo y con matarla si contaba lo sucedido.
La violación se repitió en los camarines de la cancha de Alto Rendimiento de Alto Hospicio, durante una fiesta del club.
Por todos estos hechos, el tribunal resolvió condenar al acusado a las penas de 5 años y un día de presidio por un delito de violación impropia reiterada; 3 años y un día de presidio por un delito de abuso sexual; dos penas de 541 días de presidio por los delitos de producción y exhibición de material pornográfico infantil; y 10 años y un día por otro delito de violación impropia reiterada.
Para la fiscal que llevó el caso, Camila Albarracín, "fue una condena muy importante porque tiene un sentido de justicia respecto del equipo de fútbol y de las propias víctimas por su vulnerabilidad y el vínculo de confianza que tenían con el entrenador, que supuestamente las apoyaba y protegía".
Por su parte, el defensor penal público Eduardo Cabrera, señaló a La Estrella que "se trató de nueve cargos por los cuales mi representado estaba acusado, y el tribunal lo absolvió de cuatro de ellos.
Agregó que "ahora estamos estudiando la sentencia, ya que hay ciertos hechos en relación a una de las víctimas, en las cuales nosotros instamos por la absolución. Lo más probable es que nosotros, como defensa, interpongamos un recurso de nulidad ante la Corte de Apelaciones".