Funcionarios de salud en la región tienen en promedio 9,2 días de licencias médicas
Las causas se han centrado principalmente por fatiga, enfermedades preexistentes y depresión. Al principio de la pandemia eran por contagios y temor a contagiarse.
El extenso periodo de estrés hospitalario que ocurrió entre enero y abril, tuvo consecuencias en funcionarios de la salud, ya que según informó el Ministerio de Salud, entre enero y marzo del 2021, los funcionarios locales tuvieron un promedio de 9,2 días de licencias médicas, una de las cifras más altas a nivel país.
Por eso, en Tarapacá aseguran que la mayor cantidad de enfermedades profesionales, que han observado han sido por covid, por enfermedades preexistentes, depresión, sobrecarga laboral, que provoca fatiga física y mental.
El director del Servicio de Salud, Jorge Galleguillos, reveló que las cifras actualizadas, superan a los datos entregados por el Minsal, ya que "hemos tenido una mayor cantidad de licencias en comparación con un año normal".
"Antes no teníamos el covid, si le sacamos el covid, tenemos menos licencias que en años anteriores", comentó.
Además afirmó que prevalecen las licencias por contagios, ya que los funcionarios están con mayor exposición al virus.
Roberto Gálvez, secretario regional del Colmed, y jefe UCI del hospital regional, expresó que es necesario recordar que hubo una situación crítica, en la que estuvo la red hospitalaria de la región, durante muchos meses a causa del aumento de casos activos por coronavirus y de la alta ocupación de las camas críticas.
"Este escenario generó que las licencias médicas de nuestro personal, principalmente a causa del estrés, aumentaran", aseveró.
Gálvez explicó que debido a este contexto y con el fin de no traspasar este déficit de atención a los pacientes, "tuvimos que redoblar esfuerzos haciendo más turnos, recibiendo apoyo de otras unidades del hospital regional y también de empresas externas que llegaron con refuerzos para hacer frente a los momentos más difíciles que vivimos".
Claudia Rojas, presidenta regional de la Asociación de Funcionarios Médicos añadió que a esto, se le sumó que en Iquique hubo "una de las más largas cuarentenas del país, 232 días y hay funcionarios con enfermedades profesionales, que están fuera por sus patologías" y hubo gran cantidad de funcionarios contagiados.
Toda esta situación desencadenó "fatiga física y mental, lo que se conoce como Burnout".
El jefe de Samu, Patricio Berengela, añadió que al principio de la pandemia hubo un momento en que los funcionarios cayeron en pánico.
"Mucha gente también cayó pánico, muchos empezar a tirar licencia por el miedo a venir trabajar, por lo que significa salir a una emergencia y te puedas contaminar", dijo.
Berengela explicó que además, vieron enfermar a sus colegas, mientras que trabajadores muy queridos, fallecieron a causa del covid.
"El coronavirus hizo que nos diéramos cuenta que nosotros somos tan iguales como los que están al otro lado (pacientes) porque también nos contaminamos", reflexionó.
Después de más de un año de pandemia, y haber pasado cuatro a cinco meses con un colapso hospitalario al 100%, Berengela concluyó que "físicamente estamos con un deterioro importante".
El jefe del Samu, comentó que tuvo que entrenar a "más gente (como funcionarios de urgencias) porque hay personas que antes de la pandemia no habían salido de vacaciones, han continuado y no somos máquinas, entonces llega un momento que cuerpo se cansa, y un cuerpo cansado también afecta y baja el sistema inmune, y eso también le da pie a otras enfermedades".
"Un cuerpo cansado también afecta y baja el sistema inmune, y eso da pie a otras enfermedades"
Patricio Berengela.