Poco a poco retomamos nuestras acciones cotidianas. El paso a Fase 3 de Iquique y Alto Hospicio han permitido continuar con actividades que estaban olvidadas o en pausa por motivos de las restricciones sanitarias y/o movilidad.

Hoy, si bien estamos en Fase 3, esto no quiere decir que podemos relajarnos en nuestro cuidado, por el contrario, está en nuestras manos el seguir avanzando y con ello consolidando nuestro desarrollo.

Esta mayor libertad de movilidad que nos permite la etapa de Preparación debe ser respetada, pero mirando no solo el aspecto sanitario y a lo que se refiere al contagio del Covid-19, sino de aquellas acciones que también impactan a nuestra comunidad al relajarnos, a veces irresponsablemente, y en no seguir las normativas.

Me refiero por ejemplo a la conducción de vehículos. Vemos las calles colmadas de transporte público y privado, nuevamente debemos enfrentar tacos en las principales arterias de nuestras comunas y la paciencia suele no estar presente en nosotros. Más de alguna vez hemos sido testigos de enojos, malestar, peleas, insultos y lamentablemente, también de accidentes, impactando la vida de todos y todas.

Quien hoy tienen acceso a licencia de conducir poseen en sus manos una gran responsabilidad, la que pasa por cuidar su vida y la del resto. Responsabilidad que debe ser exigida, porque todos formamos parte de una sociedad en la que se deben cumplir las normas y reglamentos.

Es quizás la primera responsabilidad que se asume a penas se cumple la mayoría de edad, cuando aún no se está emocionalmente maduro ni se toma conciencia de las consecuencias de los actos, de ahí la importancia de promover la conducción correcta, de ser empáticos, de respetar al prójimo y a uno mismo.

Nunca es tarde para aprender a actuar correctamente, a no causar daño, a ser responsables. Todos los días enfrentamos los desafíos que la vida nos impone y necesitamos estar preparados, una ayuda para saber actuar correctamente es pensar en el resto, en no ser individualistas, en visualizar el impacto que pueden tener nuestras acciones. Ya es hora que no solo pensemos en nosotros, es momento que pensemos en el prójimo.

En tiempos en que la movilidad tiene menos restricciones debemos reflexionar y asumir una actitud solidaria, respetuosa.

"En tiempos en que la movilidad tiene menos restricciones debemos reflexionar y asumir una actitud solidaria".

Jorge Villegas Ahumada,, rector Centro de Formación Técnica Estatal de Tarapacá

El domingo recién pasado, la senadora por Tarapacá, Luz Ebensperger, publicó en La Estrella de Iquique una columna en la que alude a cinco propuestas contenidas en el programa de Gabriel Boric, que ella considera "malas propuestas" pues incentivarán la migración irregular y perjudicarán a los ciudadanos chilenos en sus derechos. Las afirmaciones de la senadora no solo carecen de fundamentación y asidero empírico, sino también construyen una caricatura de un tema central para el país y la región. En primer lugar, el programa de Gabriel Boric se propone orientar la política migratoria hacia el proceso de integración, para resolver la gravísima situación de exclusión en la que han caído miles de personas migrantes en los últimos tres años. Sin ir más lejos, entre 2018 y 2021, más de 30 mil personas, la mayoría de ellas venezolanas, han debido ingresar irregularmente al país pues este gobierno les ha cerrado la puerta, luego de haber hecho un llamado explícito a venir a Chile, dada la profunda crisis social, económica y política que vive ese país. Lo que proponemos, como tarea prioritaria, es impulsar un proceso de regularización, que entregue documentos a estas personas que ya llevan años viviendo y trabajando en Chile en la total invisibilidad y así resolver uno de los tantos problemas, que serán parte del legado de la actual administración. En segundo lugar, la senadora critica la propuesta de incorporar a las personas migrantes en los programas generales de vivienda humanitaria y en el banco de vivienda protegida que se creará, al mismo tiempo que proponemos la implementación de un programa de mediación barrial, para resolver otros de los nudos críticos del proceso de integración de las personas migrantes como son las relaciones sociales en los territorios. En tercer lugar, la parlamentaria critica que propongamos firmar el pacto por una migración segura, ordenada y regular, que han suscrito 164 países, dentro de los que se encuentran España, Canadá, Nueva Zelandia y Reino Unido (países que el gobierno de Chile dice tomar como modelo de su política migratoria) y al que inexplicablemente Chile renunció a última hora luego de haber participado en su redacción y en los acuerdos previos que le dieron forma.

Una cuarta crítica que realiza la senadora se refiere a la modificación al sistema de visas propuesto por este gobierno, el que de mantenerse impedirá cambiar de categoría migratoria dentro del país. Técnicamente proponemos terminar con una norma que representa un incentivo para la llegada de personas y un desincentivo para su permanencia regular. Pondremos fin a este incentivo para la irregularidad devenida de las personas migrantes, pues no se prohibirá que una persona extranjera que encuentre un empleo en Chile, pueda realizarlo en condiciones de regularidad y con el resguardo de sus derechos laborales, cosa que resulta prácticamente imposible si están en situación irregular. Esta medida nos parece fundamental, no solo por ser un mecanismo de incentivo a la regularidad, sino también trae como consecuencia la equiparación de las condiciones de trabajo con la población nacional. Finalmente, nos critica la senadora el dar un giro en la política de expulsiones. Ello pues proponemos como medida urgente la revisión de los decretos de expulsión emitidos por la autoridad administrativa en contra de personas que hayan cometido faltas migratorias. Lo haremos para evitar que se sigan ejecutando expulsiones ilegales, tal como han mostrado los numerosos fallos de los tribunales de justicia en contra de las expulsiones colectivas, que en los últimos meses ha ejecutado el gobierno.

En ninguna parte del programa proponemos, como señala la senadora, revocar expulsiones que hayan sido dictaminadas por tribunales de justicia a personas condenadas por cometer delitos y que se encuentren privadas de libertad. La invitamos a releer las propuestas de buena fe y con altura de miras, para evitar las tergiversaciones y caricaturas simples. Al mismo tiempo, extendemos una invitación a debatir sobre ellas de cara al ciclo político que se abre en el país.

Luis Eduardo Thayer Correa,

coordinador del equipo programático de Gabriel Boric en Migración y Refugio