Qué se nos viene en el plano político
Este año ha sido claramente político con diversas elecciones que han renovado el escenario existente, respondiendo a una nueva mirada que existe en la comunidad respecto a sus representantes y especialmente a su procedencia. Esto se ve reflejado en el divorcio con la casta política y la irrupción con fuerza de los sectores independientes.
Este fenómeno ocurrido principalmente en las municipales y de convencionales constituyentes es la antesala de lo que podría ocurrir en las presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales. Pese a las exigencias para ser candidato independiente son muchas y justificadas, se ha demostrado que es posible y los patrocinios en línea facilitan la tarea.
Por ello, no es de extrañar que surjan candidatos extrapartidos o extrabloques que cumplan los requisitos y se conviertan en determinantes al momento de definir ganadores. Tal vez no logren ser electos pero volcarán la balanza hacia un sector determinado.
Es conocido que Gabriel Boric irá por la centroizquierda y Sebastián Sichel por la centroderecha. A ellos se puede sumar Yasna Provoste, Paula Narváez o Carlos Maldonado quienes deberán definir el representante de partidos de la Unidad Constituyente. También se sabe que la Lista del Pueblo tiene en carpeta la definición de sus candidatos y al casi seguro Cristian Cuevas hoy ni siquiera es considerado y surgen nombres como los de Diego Ancalao e Ingrid Conejeros.
Y así se podrían seguir sumando otros. De hecho en la página del Servicio Electoral hay otra veintena de candidatos que están recolectando firmas y patrocinio para validar su postulación. Entre ellos está Tomás Jocelyn-Holt y otros provenientes del mundo académico y religioso.
Esas candidaturas que antaño le entregábamos un carácter simbólico, hoy no lo son tanto y son capaces de volcar una elección con su sola participación. Se les mira con respeto y aunque pueda que no triunfen lo que digan o propongan en algún momento será considerado.
Noviembre será un mes de elecciones y muy probablemente de sorpresas porque los grandes bloques poco han hecho para detener la fuerza independiente que arrecia con fuerza. Sólo resta esperar el proceso electoral que puede ser más participativo que anteriores.
"Esas candidaturas que antaño le entregábamos un carácter simbólico, hoy no lo son tanto".