opinión
Fiestas Patrias
Hemos llegado al mes de septiembre, mes en que celebramos a nuestra querida Patria y las glorias del Ejército de Chile. Este Chile que tanto queremos y del que -al menos algunos- nos sentimos profundamente orgullosos; pero este septiembre tiene algo especial que no podemos dejar pasar, hemos visto con pena y rabia como algunos en la convención constitucional no respetan nuestros emblemas patrios, nuestra bandera, nuestro himno nacional, que nos representan a todos y que no solo debiéramos respetar, sino que también enseñar a que sean respetados y queridos.
Por otro lado, no podemos dejar de recordar que nuestra región ha sido parte demasiado importante de nuestra historia, donde miles de chilenos dieron su vida defendiendo nuestro país en batallas históricas como el Combate Naval de Iquique, Combate de Punta Gruesa, Batalla de Tarapacá, Batalla de Dolores, Desembarco de Pisagua y Batalla de Pampa Germania. Siempre ha sido una región patriótica, orgullosa y agradecida de su historia, pero al mismo tiempo acogedora del extranjero, del hermano que viene a esta tierra bendita respetando nuestro país, respetando a su gente, respetando sus normas, respetando nuestras costumbres, tradiciones e historia. Así se ha formado y crecido esta querida región de Tarapacá, o al menos así había sido hasta hace unos meses atrás, a partir de los cuales hemos sido testigos de como nuestra región ha sido invadida de migrantes clandestinos que no respetan nada y poco a poco invaden nuestros espacios, lamentablemente además los destruyen, sin que las autoridades -todas- sean capaces de impedirlo.
Por esto siento que este mes de septiembre, al menos en Tarapacá, tenemos o sentimos una sensación distinta que nos aprieta el corazón, nuestras plazas, nuestras playas, nuestros espacios donde siempre paseábamos, donde enarbolábamos volantines, donde los niños jugaban, donde las juntas de vecinos desfilaban orgullosos, hoy están ocupadas y parece que a nadie le importa, yo me niego a que eso pase a ser algo normal, tal vez a las autoridades que tienen en sus manos poner fin a esto no les importe comer este 18 una arepa en vez de una empanada, a mí sí.
Un país, una región que no respeta su soberanía, su historia, sus tradiciones, sus costumbres irá cada día perdiendo su identidad; no permitamos que esto nos pase, celebremos a nuestro país y nuestra historia, los invito a hoy más que nunca a celebrar estas fiestas patrias, a izar nuestra bandera nacional, mantener nuestras tradiciones y sentirnos orgullosos de ellas.
"No podemos dejar de recordar que nuestra región ha sido parte demasiado importante de nuestra historia".
Luz Ebensperger,, senadora