Este domingo pude sorprenderme con múltiples niños y jóvenes disfrazados celebrando la popular y a la vez polémica Halloween, Noche de Brujas, Noche de los Muertos o como quieran llamarla. Muchos dirán que es completamente ajena a nuestra cultura y que solo busca aprovecharse del consumismo, y no dejarían de tener razón. Sin embargo, es algo que se puede atribuir a cualquier celebración con un "marketing" adecuado. Por otro lado, en un mundo ya interconectado, lo ajeno se vuelve cada vez más familiar.

Los orígenes de esta celebración se atribuyen a diferentes fuentes, pero con alta influencia del cristianismo. Un ejemplo clásico de esto es el solsticio de invierno, o mejor conocido por nosotros como "Navidad". Esta fecha fue utilizada y celebrada por múltiples culturas al ser un periodo de "descanso" entre cosechas que llegó a considerarse por diferentes pueblos como un momento de gran importancia, a tal punto de definir sus calendarios en torno a estas fechas. Por esta razón, el nacimiento de Cristo/Navidad a estas celebraciones. El problema con sus orígenes es que no se vinculan para nada con nuestra realidad. Basta con ver lo extraño que parece celebrar el solsticio de invierno en pleno verano.

Esto ha derivado el surgimiento de celebraciones locales como el Machaq Mara (Año nuevo Aymara) o We Tripantu (Año nuevo Mapuche) que, sin duda, han sido un aporte para el levantamiento de nuestras culturas originarias y despertar el interés en ellas por parte de la comunidad. Sin embargo, eso no implica que las personas no puedas celebrar otras festividades, independientemente de sus orígenes.

La cultura es un acervo dinámico que evoluciona y cambia al interactuar con otras sociedades. En un mundo cada vez más digital, estos encuentros son cada vez más profundos, y en una región como la nuestra, nos guste o no, el intercambio cultural es algo de cada día.

Si bien es muy importante el asegurarse de preservar nuestros orígenes culturales, también lo es compartirlo con otras culturas, al mismo tiempo que aprendemos de ellas. Siempre que seamos capaces de rescatar su significado y no nos perdamos solo en lo superficial. Después de todo, el conocer más del otro nos permite entender, acercarnos e integrarnos. Es así como, ya sea celebrando a los muertos o el solsticio, no sería difícil imaginar un futuro sin fronteras donde el mundo entero celebre una "Noche Intercultural".

"La cultura es un acervo dinámico que evoluciona y cambia al interactuar con otras sociedades".

Pablo E. González Villarroel, Astrofísico, Universidad de Tarapacá. Explora Tarapacá.

Los profesores de Iquique y la pampa siempre se destacaron por su fortaleza y perseverancia. Fueron constantes y con orgullo dedicaron su tiempo a trasmitir, enseñar e impartir conocimientos. Pero también, a nivel personal, se tomaron su momento para anhelar con ímpetu el sueño de la casa propia.

Esta fecha es especial y evoca los recuerdos de cuando 110 educadores decidieron organizarse para lograr en conjunto y con gran esfuerzo hacer realidad este gran anhelo. Así constituyeron la Cooperativa de Viviendas Magisterio presidida, en ese entonces por Luis Períc y luego, tras varios años de esfuerzo, por fin se pudo hacer realidad este sueño.

De eso han pasado muchos años.

Varias directivas mantuvieron en alto este espíritu de los educadores nortinos. Hoy al evocar el tiempo recorrido vemos que en vez de una Cooperativa, formamos una familia colmada de profesionales en la que todo se comparte con cariño.

Actualmente es presidida por Iris Cherres. El inagotable servicio y ayuda de muchos educadores se mantiene vigente , fundamentalmente compartiendo el trabajo y la amistad de muchos años.

Luzmira Yáñez Rivera

La Estrella de Iquique informa que ,el Hospital de Alto Hospicio está concluido en un 95% y que sería inaugurado el próximo mes de febrero. Constituirá un gran acontecimiento para esa comuna, lo que permitirá brindar una oportuna atención médica a sus habitantes , descongestionando las atenciones en el hospital de Iquique. Sin embargo, desconozco cuál será el nombre de ese centro hospitalario.

Acaso se llamaría Dr Héctor Reyno Gutiérrez , pero el Cesfam hospiciano lleva esa denominación. Conocí a dicho médico que reúne suficientes méritos para ese gran honor póstumo. Aunque me inclino por el nombre del Dr. Guillermo Ossa, cuya sacrificada labor filantrópica en la pampa salitrera motivó una nota publicada por este Diario.

Sería oportuno ya conocer el nombre del nuevo establecimiento de salud: "Dr Héctor Reyno Gutiérrez o Dr Guillermo Ossa", que con sus propios recursos construyó un pequeño centro asistencial en el pueblo pampino de Dolores, donde atendía a los operarios heridos en accidentes de trabajo, tan frecuentes en el Cantón Norte salvando muchísimas vidas. Era un servicio gratuito, excepto la alimentación. Siempre mereció alabanzas de autoridades. Cuando falleció, el pequeño hospital recibió su nombre. La autoridad de Salud debe decidir al respecto.

Mario Zolezzi Velásquez