La semana pasada se realizó la ahora conocida como Prueba De Transición Universitaria (PDT) para el ingreso a la educación superior. Sin duda un momento importante y complejo, sumado a las restricciones sanitarias, que ponen a prueba el conocimiento y resiliencia de nuestros jóvenes. Este tipo de pruebas siempre ponen sobre la mesa su real efectividad en medir la capacidad de quienes la rinden para ingresar a la vida universitaria, en especial con tantos cambios. Realmente espero que evolucione a una forma de ingreso más amplia y compleja, que tome en consideración los múltiples aspectos que deberían estar presente en un estudiante universitario: conocimiento, habilidad, motivación y vocación, con el fin de destacar no solo el talento de las nuevas generaciones, sino que también reducir los altísimos niveles de deserción. Claramente, no basta una prueba para lograrlo, esto debe ser complementado con información y un acompañamiento efectivo en los años previos.

Además, este tipo de mecanismo de evaluación tiene el problema de considerar un espectro muy reducido de las alternativas a la que nuestros jóvenes pueden acceder. Esto puede ser un factor al decidir una carrera, tanto para aquellos que no conocen bien sus gustos y habilidades, como para aquellos que sí las conocen, pero son demasiado variadas.

Un ejemplo de esto podría ser el guitarrista de Queen, Brian May, quien dividió su vida entre la astrofísica y la música. Hace exactamente 49 años publicó su primer artículo en la prestigiosa revista Nature, pero optó dejar su tesis de doctorado pendiente para seguir en la música, para recién entregarla en 2007. Aun así, tuvo mucho éxito y pasó a la historia por su trayectoria musical, a la vez de ser un aporte en el mundo de las ciencias. Él tomó una decisión, donde realmente no existen respuestas equivocadas, pero para tener la confianza de hacerlo se necesita de una gran red de apoyo, que considera a la familia, amigos, docentes e incluso el Estado.

Para nuestros jóvenes este proceso aún no termina, estando cerca los resultados de la PDT y la difícil elección que sigue. Es difícil predecir el futuro, solo que esta prueba perderá su importancia muy poco después de recibir sus resultados. Solo deben estar seguros de contar con todas sus opciones y tener confianza en la decisión que tomaron. Les deseo todo el éxito y disfruten de la experiencia.

"Brian May, quien dividió su vida entre la astrofísica y la música. Hace exactamente 49 años publicó su primer artículo en la prestigiosa revista Nature".

Pablo E. González Villarroel, Astrofísico, Universidad de Tarapacá. Explora Tarapacá.

Chile tiene todo listo para estar a la vanguardia en la implementación de 5G SA en la región, incluso por sobre Brasil y fue de los primeros a nivel mundial en presentar casos reales del uso de esta tecnología, como una primera mamografía remota exitosa. Esto se debe a que la pandemia no detuvo el proceso de licitación de frecuencias 5G.

El 5G no trae nuevas amenazas, como se ha planteado últimamente: si bien puede aumentar el riesgo de ciberataques porque habrá más gente conectada, también facilitará la creación de nuevas herramientas de seguridad para prevenir ataques con nuevas funcionalidades.

En lo positivo, las antenas tendrán un mayor alcance y permitirán llevar internet a zonas rurales y extremas. Cambiará la forma de cuidar a los enfermos, la telemedicina se impondrá y dispositivos tipo smartwatch podrán monitorear a distancia a los pacientes y alertar ante un comportamiento inusual.

Se prevé que el 5G represente 1.3 billones de dólares del PIB mundial en 2030, y casi un 50% de este valor será aportado por el área de salud (PwC). En materia de Gobierno e instituciones, además de representar parte importante de las ganancias del país, la seguridad pública se verá mejorada gracias a la implementación de drones vigilantes con cámaras HD en tiempo real.

El futuro está a la vuelta de la esquina.

Juan José Oliver

Telco Transformation Lead LATAM Dell Technologies

Desde el año 2001 a la fecha, hace solo 20 años, Chile tenía un 18,5% de penetración en Internet y algunos empezaban a utilizar las nuevas tecnologías del wifi y banda ancha. La década pasada fue la irrupción de los smartphones y la masificación de internet móvil con una infinidad de aplicaciones. Para algunos ha sido un proceso continuo, pero no para todos. En estos últimos años, varios de nuestros compatriotas se debieron subir a los desafíos de digitalizarse para surfear las cuarentenas.

Como esta realidad no ha sido la misma para todos, debemos seguir trabajando en disminuir la segregación que produce no estar digitalizados. La aceleración de la transformación digital puede ser un gatillador en el aumento de las brechas sociales en el país, donde aquellos con mejor educación, mayor nivel socioeconómico y habitantes de zonas urbanas, podrían aprovechar de mejor manera los beneficios que trae esta cuarta revolución industrial, pero, ¿qué pasa con el resto de la sociedad?

Debemos potenciar con fuerza la inversión en infraestructura tecnológica y empoderar a las personas en el uso y adopción de tecnologías digitales y nuevas competencias innovadoras, tanto en el ámbito productivo como en la educación, así como también empujar el desarrollo de la ciencia y la transferencia tecnológica. Necesitamos llevar conectividad a zonas donde no la hay, y alfabetizar a las comunidades en el uso de las distintas herramientas que pueden facilitar su día a día. Tenemos que trabajar desde la primera infancia hasta las personas mayores, así como en el fomento a la adopción tecnológica y la digitalización de los procesos de las pymes, donde sólo un 20% del millón de emprendimientos que existen en Chile cuenta con sistemas de pago automatizados.

El desafío es generar acciones para que todos, sin distinción alguna, estemos conectados a la red y avancemos en la formación tecnológica durante todo el ciclo vital formativo, pues la transformación digital tiene que estar acompañada de la preparación del capital humano y de la capacitación de las personas en las habilidades necesarias para estos cambios. Para el futuro gobierno, necesitamos seguir convergiendo esfuerzos de diversos actores del mundo público y privado, la academia, la sociedad civil organizada y la comunidad, porque esto no lo podemos hacer solos y también necesitamos de tu ayuda.

Marco Terán

director de Desarrollo Digital de Fundación País Digital