Regularizar a conductores de delivery
Un estudio realizado por el Centro de Políticas Públicas y citado por el diario El Mercurio reveló algunos de los problemas viales que se están generando ante el explosivo aumento de vehículos utilizados para servicios de reparto a domicilio (delivery), especialmente las motocicletas.
El fenómeno comenzó a proliferar una vez declarada la pandemia del coronavirus, pues miles de consumidores optaron por solicitar productos a la puerta y de esa forma evitar el riesgo de contagios. Si bien el sistema además permitió mantener en pie a muchos negocios que sufrieron el impacto económico causado por las restricciones de movilidad, la situación decantó en un desorden vial que en la actualidad parece difícil de controlar.
Anteriormente, un análisis efectuado por el Automóvil Club había revelado que cerca del 40% de los trabajadores de delivery reconocía no contar con licencia de conducir, una situación más que preocupante y que se reafirma con los datos de las últimas fiscalizaciones efectuadas por la Secretaría Regional Ministerial de Transportes de Tarapacá, donde el 65% de los controles terminó con algún tipo infracción: 136 por no tener licencia o conducir con una no apta, 44 por transitar sin la respectiva documentación del vehículo, 14 por desobedecer al inspector y cinco por estacionarse en un lugar indebido.
Lo anterior da cuenta de la urgente necesidad de fortalecer los controles y, además, trabajar más profundamente en la educación vial. En ese sentido, los profesionales de la Universidad Católica detectaron algunos problemas serios. El primero apunta a los incentivos que ofrecen las aplicaciones para maximizar las entregas, lo que hace que los conductores busquen atajos, excedan los límites de velocidad permitidos y no respeten la señalética ni la luz roja de los semáforos, entre otros. Además, desde el punto de vista ambiental, dan cuenta de que muchos de estos vehículos no están homologados, por lo que generan una alta cantidad de gases contaminantes y ruidos.
Con todo, es clave que el problema se aborde desde una perspectiva multisectorial, que permita, además de hacer cumplir la Ley de Tránsito, formalizar este tipo de labores, de modo que quienes lo desarrollen se apeguen a las normativas vigentes.
"El 65% de los controles terminó con algún tipo infracción: 36 por no tener licencia o conducir con una no apta".