El comienzo de las vacaciones para millones de personas también marca el inicio de desplazamientos a lo largo y ancho de todo el país. Dentro de esta realidad, hay aspectos que nos deben llamar a la reflexión.

Uno de ellos tiene que ver con la responsabilidad propia en las rutas y los viajes. Más allá de lo que puedan hacer las autoridades, particularmente Carabineros en las carreteras, el autocuidado es fundamental. Es el conductor, el copiloto u otros miembros de la familia los que deben preocuparse por las condiciones del vehículo.

Es que para muchos es más cómodo utilizar el vehículo propio para desplazarse al destino elegido en estas vacaciones o simplemente para aprovechar un fin de semana. No obstante, hay que tomar resguardos. Se da el caso de personas que no se preocupan por el estado de los neumáticos del vehículo. Se deben tomar en cuenta también la dirección y suspensión, que son prioritarias para soportar a veces los cambios de velocidad o curvas. Entonces, el llamado es a que la familia entera se involucre en esta necesidad de revisar las condiciones de los respectivos móviles.

Sin embargo, hay un factor fundamental que es imprescindible cautelar. Nos referimos al conductor. Lamentablemente, los hechos muestran que no todos se encuentran preparados para enfrentar un viaje, ya sea por su capacidad como chofer, la aptitud que puedan tener o la actitud con la que enfrentan esta tarea.

No se puede desconocer que existen conductores que evidencian una conducta agresiva, adelantando de manera indebida, a velocidades muy superiores a la permitida y, en definitiva, siendo temerarios al punto de verse involucrados en accidentes de tránsito.

El que haya más o menos accidentes no depende directamente de las autoridades, de Carabineros o de organismos del Estado. Es el chofer mismo que incurre muchas veces en conductas irresponsables o no está en las mejores condiciones -tanto de habilidad como exigencia física- y que se transforma en protagonista de la noticia, en un altísimo porcentaje como responsable de los accidentes. Como para reflexionar.

"Quienes se desplazan estas vacaciones en vehículos particulares deben tomar medidas y precauciones".

Nunca se imaginó el compositor mexicano Gonzalo Curiel (1904-1958) que su canción "Vereda tropical" iba a crear una de las leyendas más sabrosas que circularon en Iquique allá por los años 50. Iquique tenía veredas de maderas y un indesmentible aire tropical. Las palmeras, una expresión de lo anterior, aunque no la única. Se escuchaba más a Pérez Prado que a Beethoven, más a Tito Rodríguez que a Mario Clavel. No es exagerado cuando se dice que esta ciudad es la frontera sur del trópico.

Les advierto que estamos en el territorio de la leyenda donde todo puede suceder. No hay, para más remate, fuentes escritas o letradas que puedan asegurar si existió o no. El recurso es entonces, creer o no.

El lado tropical y popular de la ciudad no tardó en convertir esta canción en un himno. Fue tanto su éxito que una columnista del diario El Tarapacá, escribió una crónica bajo el sugerente título: "Iquique también tiene vereda tropical". Una de las pocas mujeres que ocupó ese espacio dominado por hombres. Su nombre Carmen Kunstmann Hameau. Es el mes de marzo del año 1943.

Aquí viene la leyenda. Se dice que la prensa publicó un aviso que decía: "Se necesita empleada doméstica, pero que no se sepa la canción Vereda Tropical". La popularidad de la canción era tal que el pueblo llano, la plebe, la entonaba cuantas veces podía. La elite, dueña del "buen gusto" no la soportaba. Doña Carmen, a quien años después conocí en la Cruz Roja, construye la imagen de una ciudad que hemos ido perdiendo. Se lee con la canción como banda sonora. La crisis, el centralismo, aparece como personaje central. Cavancha y el camino como lugares de inspiración poética, lo mismo que el Cerro Dragón. Como para pensar que Gonzalo Curiel vivió por aquí. Por esa vereda se nos fue el Iquique de la que nos habla doña Carmen.

Es el Iquique popular que tararea la canción que las radios AM transmiten sin cesar. El Iquique cuyas noches "eran plenas de quietud".

"No es exagerado cuando se dice que esta ciudad es la frontera sur del trópico".

Bernardo Guerrero Jiménez,, sociólogo Unap

Durante dos días seguidos Tarapacá reportó la mayor cantidad de nuevos casos de covid durante la pandemia. Es importante extremar el autocuidado para evitar que el virus continúe avanzando. Hay que colaborar.

Soluciones

El problema migratorio no ha tenido una solución real en Iquique. Pese a que las autoridades han intentado salidas, la situación sigue compleja y se requieren más esfuerzos para abordar el escenario, ojalá que de manera coordinada y sin tantas disputas.

Mascarillas

Una de las principales medidas para combatir el coronavirus es el uso de las mascarillas, aunque de poco sirve cuando se utilizan de forma incorrecta y se deja la nariz al descubierto. Es claro que hace calor y que molestan, pero se necesita un esfuerzo de todos.