Todavía estamos a tiempo
Comenzando mi séptimo año de gestión a cargo de la Fiscalía Regional de Tarapacá, y no obstante la enorme satisfacción por el trabajo realizado durante el año pasado en persecución penal, mantengo una inquietante preocupación por el futuro de nuestra región en materia de criminalidad.
La particular situación fronteriza de nuestra región, la total permeabilidad de una frontera que facilita el tráfico de todo tipo de mercaderías ilícitas, especialmente drogas y armas, a través de rutas y pasos no habilitados; la existencia de una inmigración masiva y totalmente descontrolada de la cual somos testigos todos los habitantes de la región, el contrabando y otros factores presentes en nuestra zona, han ido modificando inevitablemente la criminalidad que conocíamos, con el surgimiento de organizaciones y bandas criminales, extremadamente violentas, con métodos y delitos que no habíamos sufrido con anterioridad.
Esto ha sido paulatino, pero de un aumento sostenido y así, día a día, van ocurriendo nuevos hechos que nos sorprenden primero, pero desgraciadamente pareciera que uno tiende a ir poco a poco acostumbrándose. Esto es lo que no debemos permitir, nuestra región no puede perder la condición de zona segura y atractiva para vivir, por sus bondades turísticas, especial geografía, hermosas playas y patrimonio histórico. Todo aquello se invisibiliza, ante la percepción de temor e inseguridad de la ciudadanía.
Creo firmemente que todo esto se puede remediar y todavía estamos a tiempo de hacerlo, pero solo será posible cuando todos sinceremos y reconozcamos que enfrentamos un grave problema, que requiere de una política de Estado que vaya más allá del gobierno de turno.
Desde luego se requiere un diagnóstico donde la autocrítica es necesaria, y que además reconozca las particularidades de nuestra región y los especiales factores que favorecen estos fenómenos delictuales, para así dar una respuesta adecuada y focalizada a la criminalidad que actualmente vivimos. Debemos entender que fortaleciendo el combate contra la delincuencia organizada en esta región, ayudará a detener el avance de esta nueva criminalidad al resto de nuestro país.
"Nuestra región no puede perder la condición de zona segura y atractiva para vivir".
Raúl Arancibia Cerda, fiscal regional de Tarapacá