"El sueño de la gente joven de tener un departamento propio podría postergarse"
Académico de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Arturo Prat precisó que este año se prevé un crecimiento menor a 2021 y advirtió que las familias este año deberá priorizar los gastos y "apretarse los cinturones".
Pese a que la economía nacional y regional se reactivó en 2021, tras el impacto que significó la pandemia del coronavirus y las extensas cuarentenas, para el ingeniero comercial y académico de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Arturo Prat, Sergio González Carvajal, el 2022 se proyecta con un crecimiento menor y advierte que el proceso inflacionario puede afectar severamente a emprendedores, empresas medianas y pequeñas, pero en especial al ciudadano común. Por eso considera que en estos momentos es mejor ser cauteloso en el gasto y esperar señales e indicadores.
¿Cómo se proyecta 2022 a nivel regional ante un proceso inflacionario?
A pesar que las regiones tienen sus estructuras productivas, como Tarapacá, en general, hay una correlación fuerte con el panorama nacional. Este año es ciento por ciento seguro que la tasa de crecimiento va a ser mucho más baja que la que tuvimos en 2021 de 10%, porque la tasa no va a ser la misma. La economía va a crecer a un ritmo mucho menor a 2021.
¿Qué significa que la tasa de crecimiento sea menor?
No significa que el valor de la producción caiga, sino que la capacidad que tenga la economía para ir absorbiendo la fuerza de trabajo, personas dispuestas a trabajar, va a ser menor. Por un lado la economía crece a través de la contratación de trabajo, sin embargo, la fuerza laboral también debe crecer. Si el crecimiento económico baja, las tasas de desempleo van a ser más difícil reducirlas.
¿En este escenario como afecta la inflación al ciudadano común?
La tasa de inflación fue de 7,2% en 2021 y se proyecta sea alta este año. Cuando un país entra en un proceso inflacionario, a pesar de las medidas que se adoptan de política monetaria para controlar la inflación, esta no es instantánea, existe un rezago y puede llevar de 8 a 10 meses desde el momento que el Banco Central aumenta la tasa de política monetaria (tasa de interés). Hay que aclarar que el Banco Central adopta acciones sobre lo que está viendo va a ocurrir. Hay que tener en cuenta que cuando la tasa de interés se incrementa, sube el costo del crédito, no solo el de consumo, sino el de las empresas en especial para financiar un proyecto de inversión. Y una mayor inflación afecta a la Unidad de Fomento y los créditos en el país y la región. Por lo que se espera que esta crezca en 2022.
¿Qué factor juega la incertidumbre en escenarios como el cambio de gobierno y el proceso constituyente en 2022?
La incertidumbre se puede dar en los pequeños y medianos empresarios, así como los grandes y muy grandes inversionistas, quienes deberán esperar las señales que se emanen en materia económica, si van a contar con capacidad de inversión. Por eso es importante que las nuevas autoridades den a conocer sus intereses y política económica. La Convención, en tanto, genera incertidumbre en tema de nacionalización de recursos estratégicos, los que hay que tener en cuenta que ya son nacionales (minería), pero tal vez no se quiere sean concesionados a privados. Ahí se tendría que precisar el discurso.
¿2022 será un año propicio para comprar viviendas en la región o será mejor esperar ante este escenario?
El valor de la vivienda en UF ha crecido mucho. Incluso el sueño de la gente joven de tener departamento propio o de soltero podría postergarse. Los bancos exigen un pie muy alto y los créditos se van a otorgar a solo 15 a 20 años, no más que eso.
¿Qué se debe hacer para que no afecte este mayor costo de la vida que se avizora este año?
Las personas ya están sintiendo la inflación cuando están yendo a la feria y al supermercado y la consecuencia es que con el mismo presupuesto alcanzan menos artículos que antes. El dilema es aumentar el presupuesto o restringir adquirir bienes de consumo. En este caso, lo que debe hacer un grupo familiar, es priorizar, en este caso los gastos básicos y alimentación; si esa familia tiene un hijo o hija que ingresa a la universidad tendrá en el caso del estudiante priorizar los gastos del presupuesto. En este contexto es cuando surgen los mejores economistas, como son los jefes o jefas de hogar que saben cómo manejar el gasto y distribuir para todos.
¿Hasta cuándo se mantendrá este escenario?
En la medida que el proceso de vacunación contra el covid avance y los efectos de la pandemia vayan siendo menos restrictivos debiera irse normalizando el crecimiento de la economía. Cuando se cerró la economía (por efectos de la pandemia en 2020) se notó el incremento del desempleo; pero cuando comenzó a liberarse la economía la tasa de desempleo comenzó a bajar y el crecimiento llegó a un 10%. Los números no mienten, pero a partir de este año debería verse atenuado porque ya no habrá bonificaciones y los retiros de AFP.
¿Afectará a una mayor restricción del consumo el hecho que este año ya no habrá pagos de Ingreso Familiar de Emergencia y retiros del 10% como sí ocurrió en 2021?
Las familias ya no tendrán el IFE y los retiros del 10% que aumentaban el poder adquisitivo y se verá una disminución de la demanda interna. En este contexto las familias tendrán que apretarse el cinturón.