Déficit habitacional y emergencias
El lunes 10 de enero de este año, un devastador incendio destruyó -según el reporte entregado en esa oportunidad por las autoridades del gobierno central que se apersonaron en la zona- cerca de 250 viviendas en la conocida toma de Laguna Verde.
El catastro agregó que aproximadamente 600 personas resultaron damnificadas, por lo que la noticia fue ampliamente difundida a nivel nacional. Pero, además de las penosas imágenes del fuego, la lucha de los vecinos por rescatar algunos de sus enseres y el esfuerzo de los voluntarios de Bomberos por sofocar las llamas, el siniestro reafirmó la precariedad en que habitan cientos de familias y el enorme déficit habitacional que sigue presenta en la región.
Desafortunadamente, este verano ya se han registrado al menos otros dos siniestros -uno de ellos ayer en Alto Hospicio- donde se emplazan este tipo de asentamientos, los que indudablemente no cuentan con la infraestructura necesaria para hacer frente a una emergencia. Es más, buena parte de ellos ni siquiera tienen servicios básicos.
De acuerdo a información de la Fundación Techo Chile, a nivel local se contabilizan al menos 62 campamentos, lo que están habitados por cerca de 10 mil familias. Un número que impacta, pero que podría estar aumentando de manera significativa, sobre todo ante los graves problemas económicos generados por la pandemia y la reciente crisis migratoria, donde las comunas de Tarapacá han sido protagonistas.
El gobierno de Gabriel Boric, que mañana asume la administración del país, junto a quienes sean designados a nivel local para encabezar las distintas carteras y servicios públicos, tendrán ahí un enorme desafío, toda vez que las expectativas ciudadanas son altas. Sin embargo, es importante que las soluciones estén de la mano con proyectos que puedan materializarse y no terminen solo en promesas, como tantas otras veces ocurrió.
Si se quiere luchar con éste déficit, la solución debe ir de la mano de una nueva política habitacional con un sistema distinto al de los últimos 30 años, el cual no ha sido capaz de satisfacer una demanda cada vez más amplia de parte de la población.
"Es importante que las soluciones estén de la mano con proyectos que puedan materializarse".