"Toda mi familia se organizó para que yo pudiera preparar mis tomas"
La actriz participa en "Mensajes privados", la nueva cinta de Matías Bize, que hoy tendrá su estreno en el Festival de Málaga. Fue hecha en plena emergencia sanitaria y los intérpretes tuvieron que grabar usando sus teléfonos celulares.
Rodrigo Castillo R.
Blanca Lewin dice que en los primeros días de la pandemia se tomó la situación con buen humor. De hecho, vio la emergencia sanitaria como una oportunidad para hacer mucha vida hogareña y para entregar cariño por montones. Con el paso de los días y las semanas, claro, esa actitud tan positiva empezó a pasarle la cuenta.
"Yo al principio abracé la pandemia con mucha felicidad, pensando que iba a dedicarme a atender a mi familia y a hacer que todo funcionara y que todos pudieran estar bien", recuerda la multipremiada actriz de cine, teatro y televisión.
"Los niños no estaban yendo al colegio y yo pasaba todo el día lavando ollas, preocupándome de que cada día comiéramos cosas ricas y distintas. Empecé a sostener la casa y a también a hacerme cargo de las crisis individuales de cada integrante de la familia, hasta que un día me agoté y ya no pude levantarme de la cama", resume.
En ese momento de extenuación, Blanca recibió una llamada del cineasta Matías Bize, con quien ya había trabajado en filmes como "La vida los peces", "En la cama" y "La gente está esperando".
La propuesta del realizador fue tan sencilla como inusual: estaba convocando a un grupo de colaboradores habituales, de Chile, Argentina y España, para rodar una película hecha a distancia. Las escenas serían monólogos que cada intérprete debía grabar por su cuenta, utilizando su celular.
La intérprete, quien precisamente estaba echando de menos el trabajo actoral, tras la suspensión de las grabaciones de "La torre de babel", aceptó el desafío.
Siguiendo las especificaciones técnicas que le envió el director, ensayó sus diálogos y finalmente los registró en la biblioteca de su casa, con los libros bien visibles a sus espaldas, y acompañada por un jarro con flores que funcionó como su compañero de actuación. Fue así como hizo su aporte a "Mensajes privados", largometraje que Bize estrenaba hoy mismo en el Festival de Cine de Málaga, en España, y donde también participan Nicolás Poblete, Antonia Zegers y Néstor Cantillana, entre otros.
"Esta propuesta me pilló en ese momento en que yo estaba sumida en lo doméstico y un poco frita, en realidad. Así que le respondí a Matías que yo no iba a exponer mi propia vida, y que lo mejor era que él me enviara una historia y que yo la iba a interpretar con la mayor verdad posible. La película en general se nutre de estos monólogos que son tomados de la vida real, pero que no siempre corresponden a historias personales de los actores que las interpretan", explica.
¿Puedes adelantar algo sobre las escenas que protagonizas?
No, es que no quiero hacer spoilers.
Un dato curioso de esta película es que, por la forma en que fue hecha, los actores aparecen acreditados como "directores de fotografía".
Sí, Matías nos envió ciertas especificaciones, como que las imágenes debían tener una determinada resolución y que el video no podía hacerse como cuando tomas una selfie, así que había que poner el teléfono al revés. Pero la puesta en escena del cuadro y la iluminación corría por cuenta de uno.
¿Y cómo enfrentaste el tema de la luz y la escenografía?
Yo hice mi video en la biblioteca, porque a partir del diálogo asumí que mi personaje era una académica, y también grabé a una hora en que tenía buena luz. También usé un foco que tenía en la casa, para rellenar luces, y creo que se ve bien. También probé la distancia con el fondo y con la mesa, y decidí cuánto de los objetos que me rodeaban iban a entrar en el cuadro. Pero como yo estaba en este estado de agotamiento, fui la última que envió su video para el proyecto. Toda mi familia se organizó, entonces, para que yo pudiera dedicar un día y medio a preparar mis tomas, ensayar y grabar. Al final hice dos tomas y la segunda ya funcionó súper bien, y a Matías le encantó.
"Esta propuesta (de Matías Bize) me pilló en ese momento en que yo estaba sumida en lo doméstico y un poco frita, en realidad".
"Toda mi familia se organizó, entonces, para que yo pudiera dedicar un día y medio a preparar mis tomas, ensayar y grabar. Al final hice dos tomas y la segunda ya funcionó súper bien".