Leo Riquelme

Una chilena y su hija de dos años permanecen desde la semana pasada en un hogar de Chiclayo, una ciudad de la costa norte de Perú donde, según su versión y la investigación policial en curso, estuvo secuestrada desde 2018 por parte de su esposo y su suegros en un departamento.

El operativo se efectuó en un condominio residencial por parte de la unidad de Delitos contra la Libertad y Búsqueda de Personas Desaparecidas de la División de Investigación Criminal (Divincri) y la fiscalía local, quienes actuaron tras recibir la denuncia de una vecina que supo lo que sucedía con Viera Rivera, una mujer de 42 años oriunda de Traiguén. Los policías tuvieron que descerrajar la puerta de la habitación en que estaba encerrada.

Según declaró la afectada, conoció a su pareja, Giorgio Armas, en 2018 a través de Facebook. Éste es una persona conocida en su ciudad porque aparecía en programas de televisión y redes sociales entregando consejos de ejercicios físicos. De hecho, junto a su padre, Julio Armas, tienen un gimnasio.

Documentos oficiales nacionales indican que la pareja se casó en Chile en agosto de 2018 de ese año y volvieron a Perú.

Según declaró ella, la mantuvieron "en cautiverio" desde que en diciembre intentó regresar a Chile por los supuestos malos tratos que le daban su esposo y suegro.

"Me insultaban de la peor manera (...) Incluso mi suegro me golpeó al descubrir que hablaba con mi hermana pidiéndole ayuda que me rescaten (...) La comida me la daban por la puerta y luego me encerraban, pues todo el día me tenían vigilada. Mi hija no habla, no interactúa con otros niños porque no hemos salido a la calle. Mi hermana desde Chile hizo una denuncia, pero me obligaron a mentir y la denuncia se archivó", dijo, según consignaron medios limeños.

Una vecina afirmó a CHV ayer que nunca la vieron a ella ni a la niña, de dos años, en la calle. Según el diario La Razón, los policías la encontraron encerrada en una habitación y "en delicado estado de salud, debido a que había tenido un aborto".

Los sospechosos fueron detenidos y de la Cancillería dijeron que esperarán que su condición mejore para ayudarla en su regreso a Chile.

Con un acuerdo con el Ministerio Público se selló ayer la causa en contra de un trabajador de 31 años, quien el 21 de abril lanzó una piedra contra el Presidente Gabriel Boric en una visita en La Serena.

Para la suspensión del procedimiento el imputado se comprometió a realizar 30 horas de trabajo comunitario en Punitaqui, donde vive.

Además, debió ofrecer perdón a los afectados, algo que ya hizo el día en que fue formalizado y que ayer repitió.

"Nuevamente quiero pedir disculpas al señor Presidente Boric y al jefe de su gabinete por lo sucedido, y espero que me disculpen (...) Estoy obviamente arrepentido de lo que pasó ese día (...) Toda persona no tiene sus días buenos, pero estoy totalmente arrepentido, y nada más que pedir disculpas", dijo.

Al dejar la audiencia el trabajador explicó que el 21 de abril fue a La Serena a buscar medicamentos para su hijo, pero se encontró con que habrían subido de precio, lo que lo irritó.

El Presidente Boric aceptó las disculpas y agregó que espera "que entendamos que la manera de manifestar las diferencias políticas entre ciudadanos -que son legítimas- no es tirando piedrazos, insultando o agrediendo, sino conversando y defendiendo ideas".