En Chile, 1 de cada 10 accidentes fatales se debe a la ingesta de alcohol. Así lo indican las estadísticas de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset), organismo que además da cuenta de que la capacidad de reacción de un conductor que ha consumido alcohol se puede reducir entre 10% a 30% en comparación con una persona sobria. Además, la visión se vuelve borrosa y las nociones de distancia, velocidad y peligro se deterioran.

Asimismo, el consumo de alcohol y otras drogas está relacionado a distintas infracciones de tránsito que terminan en accidentes, como son el exceso de velocidad, por lo que un conductor ebrio es una verdadera bomba de tiempo que puede explotar en cualquier minuto dañando la vida de inocentes como de ellos mismos.

Importantes esfuerzos se han hecho en Chile con el fin de endurecer las penas para quienes conducen bajo los efectos del alcohol, principalmente de aquellos que causan lesiones o incluso la muerte debido a este acto irresponsable.

Pese a lo anterior, se debe ir más allá, pues pese a que las cifras han bajado en los últimos años, estas tendieron a estabilizarse, por lo que no está demás aplicar nuevos incentivos o sanciones para evitar más muertes o accidentes que terminan dañando la vida de las personas.

Al mismo tiempo se debe trabajar en entregar más herramientas a los futuros conductores, de modo de generar una cultura más responsable en torno a la conducción de vehículos motorizados, como también de bicicletas y de una buena conducta a los peatones, como por ejemplo, siempre transitando a la defensiva y con mucha precaución.

En este sentido, es importante que se pueda incluir dentro de las actividades curriculares de los colegios la normativa de tránsito, las consecuencias de no respetarla, así como también poder optar a un curso de manejo que permita a los jóvenes que busquen obtener su licencia de conducir contar con mayores herramientas desde lo teórico y también en lo práctico.

Es muy importante que como sociedad vayamos siempre avanzando en materias de seguridad y que cada vez sean menos los siniestros asociados a la conducción irresponsable.

"Es importante que se pueda incluir dentro de las actividades curriculares de los colegios la normativa de tránsito".

Han pasado 143 años de los combates de Iquique y Punta Gruesa, mas la tradición se mantiene y entrega una continuidad en el reconocimiento a la figura del Capitán Arturo Prat y su valiente marinería, desde la ciudadanía nacional y con más fuerza y el sello de identidad en Iquique. En este sentido, la figura de Prat salta de lo histórico a lo mítico y se ha sacralizado como simbólico y con una santidad cívica, según plantea Wiliam Sater en su texto editado en 1973 y reeditado en Chile en el 2004, "The Heroic Image in Chile: Arturo Prat, Secular Saint". Con ello se puede entender una dimensión de culto a una figura y a un hecho inseparable: el puerto de Iquique, la corbeta Esmeralda y su tripulación.

En la actualidad y aún en postpandemia, la ciudad y en muchos lugares del país, se continuó con el reconocimiento oficial al Capitán Prat y su valiente marinería, así los desfiles cívico- militares en Alto Hospicio, Iquique, Arica y en otras localidades hubo todo un despliegue que continuó la tradición que se origina en la misma ciudad de Iquique, hacia 1880 con el primer desfile militar que recuerda el combate naval de Iquique, señala el historiador Carlos Donoso Rojas (2004). En el confinamiento del año 2020, se debe recordar que aún en una ciudad en cuarentena, hubo fuegos artificiales, bocinas de auto y el Himno a Iquique a las 12.10 del día 21 de mayo.

La tradición sigue su curso, Iquique tiene la capitalidad de este hecho, incluso con una memoria del combate mismo en las y los antiguos iquiqueñas e iquiqueños, esos autodenominados netos, que son del siglo XX con antepasados peruanos, chilenos llegados en la guerra de 1879 o posterior a ello, además de la ampliación del ecúmene por el ciclo salitrero y de zona franca, esas y esos iquiqueñas(os) recuerdan en su memoria las antiguas celebraciones, paseos en las lanchas, pesqueras con tiendas adornadas y una serie de actividades cívico-militares y en esa memoria se concibe la pervivencia del hecho, dado que el 21 es simbólico y hasta divide el mes de mayo en un antes y un después, ahora vivimos el después del 21, luego el tiempo se divide en julio con la festividad de La Tirana, luego en septiembre y finalmente en diciembre, es decir, el 21 es Iquique.

"En este sentido, la figura de Prat salta de lo histórico a lo mítico".

Patricio Rivera,, académico Unap

La violencia, esta vez en el fútbol, nuevamente es la protagonista en Iquique. Si bien el club no ha tenido los resultados esperados, es preocupante que se piense que a través del amedrentamiento se puedan solucionar las cosas.

Buena alternativa

La gran feria de emprendedores instalada en el paseo Balmaceda ha sido una de las grandes ideas de los últimos meses. El sector logró ser recuperado y las personas se volcaron al lugar con el fin de tener un día entretenido con las ofertas. Bien podría repetirse.

Vacunación

Ya terminó el 21 de Mayo y los tarapaqueños se preparan con todo para la celebración de La Tirana, la que se realizará en el poblado tras dos años suspendida. Es importante, entonces, que se avance en la vacunación y de ese modo no se arriesguen contagios de covid.