Atender las señales
Yuridia Pizarro, de 55 años de edad, se transformó en la primera víctima de un femicidio en Tarapacá este 2022 y la décimo octava a nivel nacional. El hecho sin duda pone de manifiesto que la violencia de género sigue presente en nuestra sociedad y pese a los avances en esta materia, está claro que no se ha llegado con el mensaje a todos.
Durante el 2021 hubo dos femicidios en la región, en Huara y Alto Hospicio, algo que no puede olvidarse, sino más debe llevarnos a generar las acciones necesarias para que estos hechos sean cada vez menos comunes.
La situación de violencia que ha afectado a la región sin duda es un condimento extra, pero los homicidios de mujeres en contexto de violencia intrafamiliar van mucho más allá, pues se trata de situaciones que muchas veces pasan desapercibidas para la comunidad cercana y se dan en la intimidad, donde cientos de mujeres viven día a día un calvario que por muchos años fue invisibilizado.
La violencia intrafamiliar debe ser denunciada, no solo por quienes la sufren, que muchas veces ya no están en condiciones para hacerlo, sino también por el entorno cercano, amigos, familiares y vecinos que no deben dejar pasar las señales que estas víctimas entregan y que deben ser oídas.
Al mismo tiempo, es importante seguir fortaleciendo los programas de apoyo psicológico y laboral para las víctimas y no esperar a que la violencia llegue a los extremos de las agresiones físicas o incluso la muerte.
Por otra parte, es necesario seguir insistiendo en un trabajo preventivo que evite llegar a conductas de violencia, sobre todo en una sociedad que cada vez tiene mayores problemas para resolver sus conflictos a través del diálogo.
Si en el entorno público cada vez se ven más situaciones de violencia en las relaciones interpersonales, qué podemos esperar para lo que sucede en la intimidad.
Es necesario educar de mejor manera a las nuevas generaciones, sacarlos de la burbuja que significan las relaciones a través de Internet y fortalecer su convivencia cara a cara, con las herramientas necesarias para que casos como el de Yuridia no sigan repitiéndose.
"Si en el entorno público cada vez se ven más situaciones de violencia en las relaciones interpersonales, qué podemos esperar para lo que sucede en la intimidad".