Que no pase a mayores
Pese a que la convocatoria fue menor a la esperada, un centenar de personas se congregaron el sábado en Plaza Prat de Iquique, para posteriormente recorrer las calles de la ciudad exigiendo un freno a la ola de delincuencia que azota a la región, en especial a la capital regional y Alto Hospicio.
Pancartas mostrando preocupación por el alza de homicidios durante este año en Tarapacá, solicitando la renuncia de la ministra del Interior, Izkia Siches, incluso, pidiendo una intervención militar, fueron algunas de las consignas que levantaron un grupo de habitantes tarapaqueños y que reflejan la victimización y temor que se respira actualmente en esta parte del Norte Grande. Inseguridad que la avalan los números.
Solo este año se han registrado 28 homicidios en la región. Según palabras del propio delegado presidencial de Tarapacá, Daniel Quinteros, la tasa de estos delitos dobla al promedio nacional. Por otro lado, Carabineros entregó estadísticas que señalan que en este semestre han contabillizado cerca de 140 "portonazos" y "encerronas", modo delictual que consiste en abordar violentamente a los conductores para sustraerles sus vehículos. A estos delitos, sin duda, hay que sumar los varios casos de secuestro y sicariato, que han remecido a Tarapacá en los últimos años. Situación delicada sabiendo que a nivel local, según revelación del propio delegado Quinteros, hay una fuerte presencia del crimen organizado. El mismo subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, afirmó que en todo el país hay células delictivas de agrupaciones como el Tren de Aragua, Cartel de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
Es de esperar que las autoridades tomen prontas medidas que afronten esta delicada y preocupante realidad y que los proyectos anunciados para combatir la inseguridad en la región se materialicen con celeridad. Fundamental es que el Consejo Regional de Seguridad conformado rinda frutos y que se sigan potenciando los planes de reforzamiento policial en las zonas más conflictivas.
Los vecinos ya hablaron en las calles, ahora corresponde que los encargados de resguardar la seguridad tarapaqueña estén a la altura y que la ola delincuencial no pase a mayores.
"Los vecinos ya hablaron en las calles, ahora corresponde que los encargados de resguardar la seguridad tarapaqueña estén a la altura ".