No bajar la guardia
El próximo sábado 16 de julio se celebra una de las fiestas religiosas más relevantes del país, la que tradicionalmente y en un escenario normal logra reunir a más de 200 mil personas en el poblado de La Tirana. Sin embargo, y al igual que en los dos últimos años, la actividad ha sido suspendida de manera presencial a causa de la pandemia del coronavirus.
Pese a los notables avances que se han desarrollado en el mundo y en el país para reducir los casos de SARS-CoV-2 y controlar las devastadoras consecuencias de la enfermedad, el número de contagios durante las últimas semanas han sido significativos, lo que sumado a otras enfermedades respiratorias mantiene al límite a la red asistencial, sobre todo aquellas que atiende a pacientes menores de edad.
En ese contexto, bien vale la pena atender el llamado de las autoridades y evitar concurrir al pueblo, toda vez que cualquier descuido sanitario podría desencadenar en una situación todavía más compleja.
Es cierto que La Tirana tiene un significado especial para miles de habitantes de Tarapacá y de todo el Norte Grande, sin embargo, los difíciles momentos por los que han atravesado cientos de familias demandan la mayor responsabilidad a la hora de evitar los riesgos.
Durante toda la semana Tarapacá ha bordeado los 200 contagios diarios de coronavirus y el número de casos activos se empinaba ayer por sobre los 1.200. Y aunque los pacientes graves han disminuido considerablemente tras el extenso proceso de vacunación, que ya acumula cuatro dosis, lo cierto es que la prudencia parece ser el camino correcto, sobre todo en una región como Tarapacá, donde la red asistencial no cuenta con muchas camas de alta complejidad.
Es importante, entonces, que junto con el incremento de los controles y la fiscalización que implementarán los servicios públicos, sean los mismos tarapaqueños quienes contribuyan con el autocuidado, no solo en el pueblo -que alberga a una alta población de adultos mayores- sino que también en las celebraciones que puedan desarrollarse en Iquique y Alto Hospicio. No es momento de descuidos que se puedan lamentar.
"Los difíciles momentos por los que han atravesado cientos de familias demandan la mayor responsabilidad ".