Escuchar a la mayoría
Más que el triunfo en sí mismo de la opción de Rechazo a la propuesta de constitución durante el plebiscito de salida, el foco fundamental de los análisis tras la elección se lo llevó el amplio margen.
En este sentido, es claro que la opción ganadora no se la puede adjudicar ningún grupo político en particular -independiente que algunos hayan salido fortalecidos por sobre otros-, pero también es indesmentible la derrota del Gobierno.
En esa misma línea, es importante que se logre trabajar por los acuerdos más que insistir en las diferencias o apuntar a ciertos sectores como responsables de que el proyecto constitucional no llegara a ver la luz.
El amplio margen que obtuvo el rechazo da cuenta, entre otras cosas, de una opinión transversal que evaluó de forma negativa la propuesta y el trabajo que realizaron los convencionales, quienes evidentemente no estuvieron a la altura de lo que querían las personas para la llamada ley fundamental, es decir, una Constitución que representara los intereses y los anhelos de la inmensa mayoría de los chilenos.
Por otro lado, los resultados de los plebiscitos de entrada y de salida muestran que Chile es un país que desea avanzar, pero con seriedad y sin ideologías extremas que más bien dividen.
En ese sentido, pareciera existir acuerdo en la necesidad de generar cambios que apunten a una sociedad con menos desigualdad, inclusiva y con más oportunidades, sobre todo en los derechos sociales básicos como salud, vivienda, educación, entre otros. Por eso, las próximas decisiones políticas deben analizarse con la máxima prudencia y no con la temperatura inmediata de una votación.
Tras este plebiscito, el mundo político y principalmente el gobierno (tanto a nivel nacional como regional) deben enfocarse en cómo interpretar de mejor forma las demandas de la mayoría de los chilenos, no de un grupo determinado de izquierda o derecha, sino que más bien con los cambios que desean los ciudadanos comunes y corrientes, esos que pagan sus impuestos y se levantan todos los días para buscar un mejor porvenir para sus familias.
El pueblo habló en las urnas y es necesario que las autoridades, los denominados líderes, pongan bastante atención.
"El mundo político y principalmente el gobierno deben enfocarse en cómo interpretar de mejor forma las demandas de la mayoría ".