Crisis migratoria, lo que viene
Este mes se cumplen dos años desde que comenzó un fenómeno migratorio irregular por las fronteras de Tarapacá, cuando tras las trabas puestas en Chacalluta miles de migrantes vieron en el sector de Colchane una forma más fácil de llegar al país.
El contexto es importante, pues recientemente se habían aumentado las exigencias para los ciudadanos venezolanos que quisieran llegar a Chile a través de visas de turismo, lo que sumado a la situación de pandemia y fronteras cerradas significó una creciente oleada migratoria.
Al mismo tiempo, septiembre marca la fecha de un desalojo de los espacios públicos y la realización de una marcha, donde la violencia contra los foráneos se fue de las manos. De a poco comenzó un trabajo para poder dar respuesta a una problemática que se fue intensificando con el tiempo.
Tras el llamado Plan Colchane se lograron instalar dispositivos de respuesta a esta crisis, como también reforzar el trabajo de control fronterizo y en Iquique para evitar la instalación de nuevos campamentos, que comenzaron a dar mayor tranquilidad a las personas.
Pero aunque se realizaron esfuerzos, la ciudadanía nunca dejó de estar tranquila, sobre todo cuando se han sumado problemas de inseguridad, que en ocasiones también han tenido relación con el ingreso irregular de personas con antecedentes policiales.
Hoy el Gobierno pretende hacer más cambios y tomará el control de los albergues en conjunto con las agrupaciones de ayuda humanitaria, lo que permitiría en el papel ofrecer mejores condiciones a las familias que llegan al país enfocándose principalmente en la reunificación familiar.
Lo que se viene aún es incierto, con una legislación que no ha permitido ordenar la migración, pero sin luces cercanas de cambios que permitan hacerlo.
La crisis migratoria sin dudas va a continuar, sin embargo, lo importante es que esto vaya reduciendo sus efectos y no lo contrario, sobre todo en una época del año en que los ingresos comienzan a incrementarse debido al mejor clima. El desafío es grande.
"Lo que se viene aún es incierto, con una legislación que no ha permitido ordenar la migración".