En esta fecha tan especial, quiero aprovechar esta instancia para hacerles llegar a todos los habitantes de la región un afectuoso saludo de Navidad, donde el amor y la unión familiar sean los protagonistas de esta importante fecha.

Nosotros los carabineros desplegamos nuestros servicios especiales en el marco del Plan Navidad Segura, para que cada uno de ustedes pudiera realizar sus actividades de forma tranquila y disfrutaran de estas fiestas.

Asimismo, tenemos considerado para estas fiestas de fin de año, un despliegue territorial en vías y carreteras, donde estaremos fiscalizando en distintas rutas y horarios, para poder prevenir accidentes de tránsito y evitar que estas celebraciones se vean empañadas a consecuencias de estos. Sin embargo, siempre es importante recordar que nuestros esfuerzos por si solos no servirán si no existe una conducta responsable y de autocuidado por parte de la comunidad, cumpliendo con la normativa legal y no consumiendo alcohol si se va a conducir.

En nuestros servicios preventivos durante este año hemos detenido a 1.372 personas que fueron sorprendidas durante nuestras fiscalizaciones conduciendo en estado físico deficiente, 961 de ellas conducían en estado de ebriedad, 235 lo hacían bajo la influencia del alcohol y 176 bajo la influencia de alguna sustancia estupefaciente.

Ello demuestra que aún falta tomar conciencia por parte de algunos conductores que con estas conductas, no sólo arriesgan su integridad física, sino que colocan en riego la vida de sus acompañantes y de quienes circulan a su alrededor. También el llamado a la responsabilidad a los peatones, que en algunos casos se exponen de manera imprudente al riesgo de accidente, encontrándose bajo los efectos del alcohol.

Este año en la región han fallecido 54 personas a consecuencia de accidentes de tránsito, siendo la principal causa en ellos el factor humano, debido a la imprudencia.

Por ello celebremos con responsabilidad, de forma segura y sin exponerse a accidentes viales que después afectan a nuestros seres queridos y transforman la alegría de esta fecha en tristezas.

¡Felices fiestas y mis mejores deseos para el próximo año!. Por nuestra parte nos comprometemos a seguir trabajando y desplegando nuestros mayores esfuerzos para su seguridad y la de todos los habitantes de esta hermosa región, aprovechando esta importante columna para agradecer y felicitar a todos los Carabineros de la región de Tarapacá que día a día prestan servicios y dejan lo mejor de sí en pos de la seguridad, lo que es reconocido por la comunidad en distintas encuestas de opinión donde nos entregan su aprobación por el trabajo realizado.

"Este año han fallecido 54 personas a consecuencia de accidentes de tránsito (...) celebremos con responsabilidad".

Juan Francisco González,, Jefe de la 1ª Zona de Carabineros Tarapacá

Para terminar de restaurar el Teatro Municipal en mayo de este año se firmó un contrato por $ 6.922 millones.

Para la etapa de diseño del proyecto "Restauración arquitectónica y consolidación estructural Torre reloj Plaza Prat" se van a invertir $186.902.000 millones de pesos.

Para restaurar el Museo Regional de Iquique ya se aprobaron $280.000.000.

¿Y qué pasa con el Palacio Astoreca?, el que se encuentra un poquito más al sur en el Paseo Baquedano, que también es parte del Patrimonio de la nación, el cual no solo está desaseado, pintado a medias, cerrado al público, desarmándose por fuera y desmantelándose por dentro ya que hace varios años que se retiró el vitral para restaurarlo y nunca más se supo... ojalá no siga abandonado a su suerte.

Patricio Soto Isla,

iquiqueño

¡La Navidad ha perdido su sentido! Cuantas veces hemos escuchado esta crítica apesadumbrada y nostálgica, proveniente normalmente de personas del mundo religioso, aunque también de los más viejos. Esa crítica ha significado en la historia de Chile, sin embargo, muchas cosas distintas.

La iglesia y el Estado eclesiástico criticó de este modo la forma de celebrar la Navidad por el pueblo en el Chile tradicional, donde esta fiesta se celebraba en las calles de un modo no tan distinto al dieciocho de septiembre. En un país que aún no conocía de los Santa Claus, los Papá Noel ni los árboles de pascua, todas tradiciones importadas más tarde, la Navidad era efectivamente una fiesta popular en que las tradiciones del folclor y música popular y del carrete público se combinaban con una adopción bien selectiva de elementos religiosos. En la fiesta del populacho ¡la Navidad había perdido su sentido!

Pocos saben de esta celebración pública porque, a poco andar, se trasladó al seno de la familia, ese espacio que desde siempre ha constituido un poder soberano, al que el poder de la iglesia y del Estado no llega con facilidad. Mientras que en algunas familias católicas se celebraba "como se debe", en una parte que se hizo cada vez más grande ¡la Navidad perdía su sentido! Esta denuncia creció al mismo tiempo que se instalaban en el Chile moderno tres procesos, que se retroalimentan.

¡La Navidad perdió su sentido! mientras más creció la internacionalización y adopción de las tradiciones invernales e hibridas del norte no católico (Papá Noel, Santa Claus, el Árbol entre varias otras, que hoy nos parecen naturales en esta fecha).

¡La Navidad perdió su sentido! mientras más creció la comercialización, que avanzó a pasos agigantados en la misma medida que se instaló y creció la obligación recíproca del intercambio de regalos entre parientes y cercanos, antes se hacían ofrendas al niño Jesús, y con ello el consumo. ¡El consumismo!

¡La Navidad perdió su sentido! mientras más avanzó la desinstitucionalización e individualización de la sociedad, que conduce a que finalmente las familias elijan y seleccionen cada vez más qué tradición seguir y cuales no, generando una pluralidad de formas de celebrar que mantiene algunos pocos elementos en común, muy pocos de ellos de carácter u origen religioso.

Y fue tan así que ¡la Navidad perdió su sentido! que hubo que recoger lo poco bueno que quedó de estos procesos de internacionalización, comercialización, e individualización y rescatarlo: El encuentro familiar. Finalmente, la Navidad hoy es poco más que la fiesta en que la familia se auto escenifica, algo bien distinto de su sentido original, pero muy propio del familismo moderno.

Mauro Basaure,

profesor de Sociología de la Unab e Investigador del Coes