Nueva ley contra el narcotráfico
El alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, está en la cima de la polémica por su plan de demolición de presuntas "narco casas", que emanan de un listado supuestamente elaborado por la Fiscalía y que ha significado el inicio de una investigación, luego que los mismos vecinos del último sector intervenido, levantaran críticas por el actuar del edil.
La polémica idea del alcalde, quien interviene a través de la ley de Urbanismo y Construcciones es, según él mismo, un llamado de atención al Gobierno ante el desborde de la delincuencia y la poca acción contra las organizaciones criminales.
Sin duda, no es lo ideal que un alcalde esté en estas instancias, pero independiente que sean acciones populistas o medidas desesperadas, esto también es una muestra preocupante, en un país donde la delincuencia comienza a desbordarse.
Un avance es la nueva Ley de Narcotráfico que se aprobó recientemente en el Senado y que espera su promulgación, donde se busca afectar a estas organizaciones criminales en su patrimonio, el que muchas veces se diversifica. Esto evitaría, por ejemplo, la posibilidad de heredar estas propiedades.
El nuevo marco legal establece el comiso sin sentencia condenatoria y por valor equivalente, lo que permitiría a las policías utilizar los bienes incautados a las organizaciones criminales, como por ejemplo un inmueble, mientras se desarrolle una investigación hasta el juicio final.
Además, se incorporan normas para destinar permanentemente bienes decomisados a instituciones como Senda y endurece las penas contra quienes vendan drogas a menores de edad. Asimismo, entrega mayores facultades de fiscalización a la PDI y Carabineros y se amplía el catálogo de las empresas obligadas a reportar operaciones sospechosas a la Unidad de Análisis Financiero.
Con todo, esta nueva normativa parece una mejor herramienta para combatir el narcotráfico, pero es importante que también se acompañe de otras medidas que permitan hacer un control efectivo de este delito, del cual surgen muchos otros y donde la Región de Tarapacá y el norte en general, son la puerta de entrada para estas organizaciones.
"Esto también es una muestra preocupante, en un país donde la delincuencia comienza a desbordarse".