Un preocupante récord para Tarapacá
Un estudio, esta vez realizado por la Fundación Piensa, nuevamente ubicó a Tarapacá como la región que registró la mayor tasa de delitos de mayor connotación social en el país durante el 2022, una situación que ha sido expuesta en distintos informes y que se ubica como la mayor preocupación de los vecinos y demanda la atención de las autoridades.
De acuerdo al análisis, el año pasado en la zona se contabilizó una tasa de 3.066 ilícitos de este tipo por cada 100 mil habitantes, lo que da cuenta de un importante aumento respecto a 2021, donde la tasa llegó 2.197. Sin embargo, también se evidenció una disminución respecto a los resultados de 2019, año previo a la pandemia, donde el índice fue de 3.243.
Los delitos de mayor connotación social (DMCS) son aquellos que afectan a la propiedad, los bienes y las vidas de las personas. En esa categoría se incluye a los robos con violencia, robo con intimidación, robo por sorpresa, lesiones, homicidio, violación, robo de vehículo motorizado, robo de objetos de o desde vehículos, robo en lugar habitado, robo en lugar no habitado, otros robos con fuerza y hurto. Todos estos provocan un gran impacto público y en consecuencia contribuyen de manera significativa a elevar los índices de victimización y el temor de la población, algo que lamentablemente se arrastra en Tarapacá hace más de una década.
En ese contexto, es posible afirmar que se trata de un fenómeno que no ha sido posible erradicar de la región y que, por el contrario, parece ir en escalada, donde en los últimos años se ha sumado la aparición del crimen organizado y el alto poder de fuego que están exhibiendo los delincuentes. Esto ha derivado en distintos llamados de atención emanados incluso desde el Ministerio Público y las policías, lo que da cuenta de la magnitud del problema.
Instituciones vinculadas a la seguridad pública, el Gobierno y los líderes locales han comenzado a trabajar en fórmulas que permitan hacer frente a este complejo escenario, pero como se ha dicho en distintas oportunidades, incluso en este mismo espacio, es necesario que las medidas se materialicen a la brevedad, de modo que los vecinos vuelvan a salir sin temor a la calle. Es clave actuar ahora.
"Es posible afirmar que se trata de un fenómeno que no ha sido posible erradicar de la región y que, por el contrario, parece ir en escalada".