La libertad no siempre es buena
Creo que nuestro cerebro asocia la libertad con ser absuelto de la esclavitud. Y si, eso es correcto, pero también abarca muchas cosas más. Si revisamos su definición, encontramos en el diccionario Larousse que libertad es la facultad humana de obrar y expresarse según la propia voluntad y bajo la responsabilidad de uno mismo.
Para este presente, el significado "libertad" se ha desvirtuado significativamente, las generaciones presentes lo relacionan más con anarquía, con hacer todo lo que se quiera sin respetar la libertad de otros y sin asumir responsabilidades. Imagino que usted ha escuchado la frase: "mi libertad comienza donde termina la del otro". Esta bien tener libertad de pensamiento, acción y de expresión, pero, ¿lo hago respetando la del otro? La libertad conlleva un sentido de responsabilidad individual y social. No es dejarse llevar por los impulsos sino obrar con conciencia en pro del bien propio y común.
La Biblia más que ser un compendio de libros de valores cristianos, es un manual de vida que no solo nos orienta a hacer las cosas de forma correcta, sino que también nos da estabilidad emocional y espiritual. Y nos enseña en 1 Corintios 6:12: "Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna". Esto nos hace saber que tenemos la libertad de hacer muchas cosas y lo encierra en la palabra "licito"; que según la RAE es: justo, permitido según justicia y razón.
Titulo este espacio como "la libertad no siempre es buena", con el propósito de que meditemos lo que hacemos, y que estamos transmitiéndole a nuestros hijos y a las nuevas generaciones. Hay dos opciones, o le enseñamos sobre la libertad con responsabilidad y conciencia, o dejamos que sea la sociedad compleja en la que vivimos la que los eduque, ¡es mucho riesgo! Porque hoy en día lo malo lo ven como bueno y lo bueno como malo.
Insisto, la libertad no es dañina, al contrario, con sus paradojas y sus bondades es un gran privilegio poseerla. Dios nos ha hecho libres, y ha sido respetuoso al dejarnos decidir, pero sé que nuestro anhelo es hacer el bien para recibir el bien, por tanto, la libertad con responsabilidad abrirá puertas de bendición. Seamos agentes de cambio marcando la diferencia. Bendiciones.
"Insisto, la libertad no es dañina, al contrario, con sus paradojas y sus bondades es un gran privilegio poseerla".
Pastor Félix Orquera,, Min. Int. Jesús Es El Rey