La crisis migratoria vive otro episodio
La situación migratoria está lejos de resolverse. En nuestro país, tras el traslado de las Fuerzas Armadas hacia la frontera norte, los ingresos ilegales disminuyeron ostensiblemente. Para muchos, una decisión que llega con retraso y que no alcanzará para mejorar las actuales condiciones de las comunas limítrofes, las que deben convivir con un problema que poco tiene que ver con xenofobia y más que nada con las tristes condiciones de un país que se vio superado por el ingreso masivo de foráneos.
En los últimos días, desde Perú han manifestado que las decisiones del gobierno del Presidente Boric -a quien incluso el gobernador de Tacna, tildó de "irresponsable"- están repercutiendo en su territorio.
Quizás exista un poco de razón en las declaraciones o puede ser que nuestro país al poner mayor control a sus fronteras y permitir el ingreso a los que porten los documentos migratorios, no hizo más que compartir una carga que hace días atrás le recaía solo sobre sus hombros.
Hay un importante grupo de migrantes venezolanos que no pueden seguir camino a su país, porque no tienen la documentación requerida. Vienen saliendo de Chile, donde ingresaron por pasos ilegales, y al intentar regresar a su tierra no tienen registros de ingresos o salidas, por ende quedan en un limbo. No pueden pasar a Perú y tampoco regresar a Chile, situación que hoy complica a ambos países.
La responsabilidad no es solo de Chile. Los que están de salida llegaron al país sin mayores inconvenientes y atravesando varios países, los que no opusieron resistencia a sabiendas que no permanecerían en su territorio. Hoy que no tienen esa certeza culpan a Chile en vez de intentar soluciones conjuntas.
Un número no menor de migrantes busca volver a su país ante la imposibilidad de encontrar mejores condiciones de vida. También al constatar que hay países, como el nuestro, que ya no tienen la capacidad de seguir absorbiendo este tipo de oleada.
Es allí que la labor coordinada de los pueblos se hace necesaria para encontrar soluciones a la que sabemos crisis migratoria que hoy vemos es una crisis humanitaria. Son familias, con niños pequeños, que requieren de certezas de qué deben hacer para bien volver a su país o analizar la posibilidad de instalarse en otros.
Mirarlos como refugiados y buscar salidas multilaterales es el obligado paso para resolver lo que hoy ocurre.
"La labor coordinada de los pueblos se hace necesaria para encontrar soluciones".