Corrupción, convenios y ¿doña Juanita?
Se ha desatado una tormenta sobre el oficialismo producto de los escandalosos casos de convenios por los cuales se entregaron fácilmente grandes cantidades de recursos públicos a determinadas fundaciones, en proyectos que han merecido graves reparos. Iniciándose diversas situaciones que son de público conocimiento, las que han agitado el ambiente en la oposición y aún en parte en las filas partidistas del Gobierno. Es una frenética danza de millones de pesos arrojados precipitadamente y sin verdadera justificación, mientras doña Juanita espera se atiendan apremiantes necesidades de la gente más vulnerable del país, además que se castigue a los que resulten responsables una vez que la justicia haga su labor.
La corrupción en Chile ha avanzado, lo que es una preocupante amenaza al sistema democrático. Si no se combate drásticamente con adecuadas leyes, con severas penas de cárcel efectivas y sin beneficios penitenciarios, y se deja de robustecer la labor de fiscalización de la Contraloría General de la República, será tarea difícil cortar sus tentáculos. Hay que evitar las perniciosas consecuencias de ese flagelo en otros países de Latinoamérica.
La indignación nacional por los turbios convenios reclama que los tribunales de justicia esclarezcan los convenios impugnados y se condene a los culpables y se haga un bien uso de los recursos públicos en obras de interés general, en especial cuando son ejecutadas por fundaciones. Doña Juanita contempla asombrada y molesta el desarrollo del bochornoso asunto de los famosos convenios.
Asdrubal Pineda Retamal