El pasado lunes, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presentó su informe "Fortaleciendo las Cadenas Regionales de Valor en América Latina y el Caribe". Tarapacá fue una de las cuatro zonas del país que formaron parte de los focos del estudio, donde el BID determinó que los sectores con mayor potencial de desarrollo en la región son la minería no metálica (nitrato, yodo, cloruro de sodio); los servicios logísticos, considerando la cadena logística de puertos de la Zona Franca; los servicios para la minería, con foco en el desarrollo y la operación; y el reciclaje industrial, principalmente de neumáticos.

Si bien se trata de un diagnóstico que no tiene mayores novedades a las que se han expuesto por años, también da cuenta de dificultades para que estas potencialidades se lleven a cabo. En este sentido, aparecen la falta de condiciones habilitantes para energías renovables no convencionales, el déficit de infraestructura terrestre y la escasez hídrica.

Pese a que el informe se queda corto respecto a estas, es importante que se pueda enfocar el trabajo público regional en resolverlas.

Dentro de las debilidades más visibles está la problemática de la conectividad terrestre, ya que las vías que conectan con las otras regiones como con los países vecinos están en muy mal estado, como también lo que sucede con los accesos a la Zona Franca y el Puerto de Iquique, las que ya tienen una saturación local y que de pensar en aumentar las cargas a raíz del énfasis en el intercambio comercial a través de los corredores bioceánicos, claramente quedan obsoletas.

De este solo hecho, que se pone como ejemplo, derivan una serie de otras problemáticas que terminan afectando el desarrollo regional y que si no se resuelven es difícil que se pueda proyectar hacia un futuro con más desarrollo.

Tarapacá posee grandes condiciones de base, pero si no recibe el empujón que requiere en gestión e inversión del Estado, seguirá esperando eternamente para desarrollarse de acuerdo a su potencial.

Es deber de las autoridades congregar un circulo virtuoso público -privado que permita llevarnos al Tarapacá que todos deseamos.

"Dentro de las debilidades más visibles está la problemática de la conectividad terrestre".

Como hito reciente, desde la Asociación de Industriales de Iquique y el Tamarugal aplaudimos y valoramos la inauguración de la segunda fase de Quebrada Blanca (QB2), perteneciente a la compañía canadiense Teck, junto con el consorcio japonés Sumitomo y Enami. Se trata del mayor proyecto minero construido en los últimos 15 años en Chile, con más de US$8.600 millones de inversión, y que -entre otros logros- concretó la primera planta desalinizadora de agua de mar en nuestra región.

Sin dudas, un tremendo logro para Tarapacá, para el país y para ir reactivando la economía con altos parámetros de sustentabilidad. Pero, después de celebrar la apertura de QB2, ¿qué viene ahora?

La situación en la minería ha tenido incertidumbres reales que necesitan despejarse pronto. La Sociedad Nacional de Minería (Sonami) advirtió recientemente que el Fisco deja de percibir US$1.268 millones anuales, debido a los excesivos "trámites de permisología" vigentes. Esto ocurre porque varios proyectos de expansión operacional deben realizar Declaraciones de Impacto Ambiental (DIA) o Estudios de Impacto Ambiental (EIA), prolongando su tramitación entre 3 y 5 años.

Entendemos que el impacto ambiental debe ser evaluado exhaustivamente, pero necesitamos más celeridad en los procesos. De hecho, en septiembre el Ejecutivo anunció una reforma para agilizar la tramitación de proyectos de inversión, pero aún no hemos visto avances. Se esperan anuncios concretos antes de fin año de parte de los ministerios de Economía y Medio Ambiente.

En lo que respecta a Tarapacá, informes de Cochilco consideran una expansión en Collahuasi, además de una nueva planta de yoduro de SQM, en Nueva Victoria. Asimismo, la Corporación de Bienes de Capital (CBC) anunció una importante cartera de proyectos para la región, que la ubicaría en el tercer lugar del país en el próximo quinquenio, con una cartera de inversión privada por más de US$7 mil millones.

Estos anuncios nos ponen alegres, pero a la vez expectantes. Nuestra región tiene espacio de crecimiento para llegar a representar más del 13,8% de la inversión minera total del país que ejecuta actualmente. Estamos conscientes de lo que implica lograr esas metas para Tarapacá, pero lo que se requiere es entregar más claridad y certezas para que se ejecuten esas inversiones.

"La situación en la minería ha tenido incertidumbres reales que necesitan despejarse pronto".

Marcos Gómez,, gerente general de la Asociación de Industriales de Iquique y el Tamarugal (AII)

La llegada del verano se ha sentido ya en las temperaturas que se alcanzan durante el día, donde el sol está cada día más intenso. Pese a ello, muchos están preocupados por los efectos que pueda tener el invierno altiplánico.

Migración

Si bien es cierto que la migración ha generado una serie de problemáticas en las comunidades locales y donde son notorias las personas que han llegado al país a delinquir, muchas veces se le tiende a achacar a la migración todos los problemas de la ciudad.

Licenciaturas

Pocas veces se ve tanto entusiasmo en los escolares que en las actividades de despedida de la enseñanza media. Pese a los sinsabores que se puedan tener en la adolescencia, al llegar a la despedida, la mayoría de los jóvenes sienten la nostalgia por una época que no volverá.