Seguridad ciudadana, una prioridad
Según datos de la Fiscalía, este año se han presentado más de 35 denuncias por disparos injustificados en la vía pública, situación que indudablemente mantiene preocupados a los vecinos y reafirma un dato que inquieta: el alto número de armas de fuego que circula por las calles de Tarapacá.
En menos de un mes se han sumado al menos dos hechos que incluso provocaron alto impacto en la población. El 15 de noviembre hubo dos balaceras en el sector sur de Iquique, ocasión en que desconocidos realizaron más de 60 disparos, donde varios terminaron en el frontis de una vivienda y en el parabrisas de un vehículo estacionado que, afortunadamente, estaba sin ocupantes. Ayer, en otro episodio, algunos proyectiles balísticos impactaron el cuartel de la Compañía Española N°1 de Bomberos, en el sector centro de Iquique. En ese último hecho, Carabineros logró detener a un individuo que se desplazaba en un automóvil, a quien se le incautaron dos armas de fuego y tras ser formalizado quedó bajo la medida cautelar de prisión preventiva.
No cabe duda que se trata de hechos graves y que fortuitamente no han terminado con heridos o víctimas fatales.
Al igual como se ha repetido continuamente hace más de una década, los resultados de la última Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (Enusc) ubicaron una vez más a Tarapacá como la región con la mayor victimización del país, lo que evidentemente se relaciona con situaciones como las antes descritas. El escenario es todavía más complejo tras la aparición de bandas vinculadas al crimen organizado, lo que representa un enorme desafío para las policías, el Gobierno y los organismos encargados de aplicar justicia.
Con todo, es clave que la lucha por la seguridad pública se realice de manera transversal y sin la búsqueda de otros intereses políticos de por medio. Lo que actualmente vive la región, y también otras zonas del país, exige a las autoridades trabajar de manera coordinada y pensando en el bienestar de los vecinos.
Asimismo, es urgente que los discursos enfocados en la seguridad se materialicen y no queden solo en palabras que se repiten una y otra vez luego de cada hecho delictual. Mañana puede ser muy tarde.
"Es urgente que los discursos enfocados en la seguridad se materialicen y no queden solo en palabras que se repiten una y otra vez".